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Jonás 1:2 - Biblia Martin Nieto

2 'Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, y anúnciales que su maldad ha llegado hasta mí'.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Levántate, vete a Nínive, la ciudad grande, y predica contra ellos, porque su maldad ha subido hasta mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Levántate y vete a Nínive,° la gran metrópoli, y proclama en ella que su maldad ha llegado hasta mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 'Anda, vete a Nínive, la gran ciudad, y anúnciale que su maldad ha subido hasta mí'.

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Jonás 1:2
24 Referencias Cruzadas  

De esta región salió Asur, que edificó Nínive, Rejobot-Ir, Calaj


Oráculo sobre mínive. Libro de la visión de Nahún de ëblcos.


¿y no voy a tener yo compasión de Nínive, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no saben distinguir su derecha de su izquierda, y una gran cantidad de animales?'.


'Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, a predicar lo que yo te diga'.


Clama a voz en grito sin reparo, alza tu voz como la corneta. Anuncia a mi pueblo sus injusticias, a la casa de Jacob sus pecados.


porque sus pecados se han acumulado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus crímenes.


Entonces Senaquerib, rey de Asiria, se retiró, y regresó a Nínive.


Yo, en cambio, estoy lleno de fuerza, gracias al espíritu del Señor, de justicia y de fortaleza, para anunciar a Jacob su delito y a Israel su pecado.


Les comunicarás mis palabras, escuchen o no, porque son una raza de rebeldes.


y exclamé: 'Dios mío, estoy confundido y me avergüenzo de levantar mi rostro hacia ti, porque nuestras iniquidades sobrepasan nuestra cabeza, y nuestros delitos llegan hasta el cielo.


El jornal de los obreros que segaron vuestros campos, defraudado por vosotros, clama, y los lamentos de los segadores han llegado a los oídos del Señor todopoderoso.


Seréis conducidos por mi causa ante los gobernadores y reyes para dar testimonio ante ellos y ante los paganos.


Los hombres de Nínive se levantarán en el día del juicio con esta generación y la condenarán, porque se arrepintieron por la predicación de Jonás; y aquí hay algo que es más que Jonás.


Entonces Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento y se marchó y, de regreso, se quedó en Nínive.


Yo me decía: No pensaré más en él, no hablaré más en su nombre. Pero había en mi corazón como un fuego abrasador encerrado en mis huesos; me he agotado en contenerlo y no lo he podido soportar.


No piensan en su corazón que yo llevo cuenta de todas sus maldades. Ahora les acorralan sus obras, ante mi rostro están presentes.


Jonás se puso en marcha y se dirigió a Nínive, conforme a la orden del Señor. Nínive era una ciudad extraordinariamente grande; para recorrerla hacían falta tres días.


Había allí un profeta del Señor, llamado Obed, que salió al encuentro del ejército que regresaba a Samaría, y les dijo: 'El Señor, Dios de nuestros padres, en su ira contra los de Judá los ha entregado en vuestras manos; pero vosotros los habéis matado con furor tal, que ha subido hasta el cielo.


No hay remedio para tu herida, tu llaga es incurable; los que lo saben baten palmas por tu ruina; pues ¿sobre quién no descargó sin cesar tu crueldad?


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