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Joel 1:9 - Biblia Martin Nieto

9 Sacrificio y ofrenda han desaparecido de la casa del Señor. Los sacerdotes, ministros del Señor, hacen duelo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Desapareció de la casa de Jehová la ofrenda y la libación; los sacerdotes ministros de Jehová están de duelo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Pues no hay grano ni vino para ofrecer en el templo del Señor. Por eso los sacerdotes están de luto; los ministros del Señor están llorando.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 No hay fruto que ofrecer en la Casa de Yavé, de duelo están los sacerdotes al servicio de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 En la Casa de YHVH se ha quitado la ofrenda y la libación, Los sacerdotes hacen duelo, Los ministros de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Oblación y libación desapareció de la casa de Yahveh. Guardan luto los sacerdotes, ministros de Yahveh.

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Joel 1:9
10 Referencias Cruzadas  

Para nosotros, nuestro Dios es el Señor; no lo hemos abandonado; y los descendientes de Aarón son los sacerdotes al servicio del Señor, y los levitas cumplen sus funciones.


'Haz venir junto a ti, de en medio de los israelitas, a Aarón, tu hermano, y a sus hijos con él para que sean mis sacerdotes; Aarón, Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón.


Y vosotros seréis llamados sacerdotes del Señor, ministros de nuestro Dios se os denominará. Comeréis las riquezas de los pueblos y os adornaréis con su magnificencia.


Por todo estoy llorando, se derriten en lágrimas mis ojos, porque está lejos de mí el consolador, que me devuelva la vida. Mis hijos están desolados, porque ha triunfado el enemigo.


Los caminos de Sión están en duelo, pues nadie ya viene a sus fiestas; todas sus puertas asoladas, gimiendo sus sacerdotes, sus doncellas en pena, toda, ay, repleta de amargura.


No harán al Señor más ofrendas de vino ni ofrecerán sus víctimas; como pan de duelo será su alimento; cuantos lo coman se contaminarán. Su pan será sólo para ellos, no entrará en la casa del Señor.


Vestíos de luto; lamentaos, sacerdotes; lanzad gritos, ministros del altar; venid, pasad la noche en sacos, ministros de mi Dios, porque la casa de vuestro Dios se ha quedado sin sacrificio y sin ofrenda.


¿No veis cómo falta la comida, la alegría y el júbilo de la casa de nuestro Dios?


¡Quién sabe si cambiará de idea y dejará tras de sí una bendición, ofrendas para el Señor, vuestro Dios!


Que entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: 'Perdona a tu pueblo, Señor, y no entregues tu heredad al oprobio, a la burla de las gentes. ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?'.


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