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Génesis 8:1 - Biblia Martin Nieto

1 Dios se acordó de Noé y de todas las bestias y ganados que estaban con él en el arca. Hizo pasar un viento sobre la tierra, y bajaron las aguas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Entonces Dios se acordó de Noé y de todos los animales salvajes y domésticos que estaban con él en el barco. Envió un viento que soplara sobre la tierra, y las aguas del diluvio comenzaron a retirarse.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Y Dios se acordó de Noé y de todas las fieras salvajes y de los otros animales que estaban con él en el arca. Dios hizo soplar un viento sobre la tierra, y las aguas descendieron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Entonces ’Elohim se acordó de Noé y de todo ser vivo, y de todos los animales que estaban con él en el arca. Y ’Elohim hizo pasar un viento sobre la tierra, y las aguas decrecieron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Se acordó Dios de Noé, de todos los animales y de todas las bestias que estaban con él en el arca. Entonces hizo pasar Dios un viento sobre la tierra y fueron decreciendo las aguas.

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Génesis 8:1
35 Referencias Cruzadas  

Cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó de Abrahán y salvó a Lot de la catástrofe, mientras destruía las ciudades donde éste había vivido.


Dios se acordó también de Raquel, la escuchó y la hizo fecunda.


y con todos los seres vivientes que hay entre vosotros: aves, ganados, bestias del campo, todos los animales que salieron con vosotros del arca.


¡Acuérdate de mí por esto, oh Dios mío, y no olvides las obras buenas que hice por el templo de mi Dios y por su servicio!


Ordené también a los levitas que se purificasen y viniesen a guardar las puertas, para que se santificara el sábado. ¡También por esto, acuérdate de mí, oh Dios mío, y ten piedad de mí conforme a tu gran misericordia!


¡Acuérdate, oh Dios mío, de esta gente, que ha profanado el sacerdocio y el pacto de los sacerdotes y los levitas!


la ofrenda de la leña en sus plazos señalados y la de las primicias. ¡Acuérdate de mí, oh Dios mío, para mi bien!


Si retiene las aguas, viene la sequía; si las suelta, arrasan la tierra.


¡Oh, si tú me escondieses en el abismo y me guardaras hasta que pase tu ira; si una tregua me dieras para acordarte de mí luego


Se acordó de la palabra santa que había dado a Abrahán, su siervo,


Cuando seas propicio con tu pueblo, acuérdate de mí, Señor; cuando vengas a salvarlo, no te olvides de mí;


El Señor se acuerda de nosotros y nos bendecirá, bendecirá a la casa de Israel, bendecirá a la casa de Aarón,


Él se acordó de nosotros en nuestra humillación, porque es eterno su amor;


Acuérdate, Señor, contra los edomitas, que decían el día de Jerusalén: 'Destruidla, destruidla hasta sus cimientos'.


El Señor asienta su trono encima del diluvio, el Señor gobierna como rey eterno.


Pero tu amor, Señor, llega hasta el cielo, y tu lealtad hasta las nubes,


Moisés extendió después su mano sobre el mar, y el Señor, por medio de un recio viento del este, empujó el mar, dejándolo seco y dividiendo las aguas.


Soplaste con tu aliento, y los cubrió la mar; se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.


Dios oyó su gemido y se acordó de su pacto con Abrahán, Isaac y Jacob.


El viento del norte trae la lluvia; la lengua detractora, un rostro airado.


el que dice al océano: ¡Sécate!, yo haré que se sequen tus corrientes;


¡Espada sobre sus tesoros, que sean saqueados! ¡Espada sobre sus aguas, que se sequen, porque es un país de ídolos y están locos por sus espantajos!


El Señor lo ha jurado por el orgullo de Jacob: Jamás me olvidaré de ninguna de vuestras obras.


¿y no voy a tener yo compasión de Nínive, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no saben distinguir su derecha de su izquierda, y una gran cantidad de animales?'.


Grita contra el mar y el mar se seca, y agota todos los ríos. El Basán y el Carmelo se marchitan, y el verdor del Líbano se amustia.


¡Señor, he conocido tu fama; Señor, tengo un gran respeto por tu obra! ¡Hazla revivir en nuestro tiempo, en nuestro tiempo dala a conocer y en la ira acuérdate de compadecerte!


Atravesarán el mar de Egipto -él herirá las olas del mar-, se secarán las profundidades del Nilo. El orgullo de Asiria será humillado, y el cetro de Egipto será quitado.


Cuando un enemigo os ataque en vuestro propio terreno y tengáis que salir a la guerra, las trompetas darán toques vibrantes: el Señor se acordará de vosotros y os veréis libres de vuestros enemigos.


El ángel del Señor le dijo: '¿Por qué has pegado a tu burra por tres veces? Era yo quien te cerraba el paso, pues me disgusta tu viaje.


La gran ciudad se despedazó en tres partes, y las ciudades de las naciones se hundieron. Y Dios se acordó de Babilonia la grande, para darle el cáliz del vino de su ardiente ira.


porque sus pecados se han acumulado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus crímenes.


Se levantaron de madrugada, adoraron al Señor y se fueron a su casa de Ramá. Elcaná se unió a su mujer Ana, y el Señor se acordó de ella.


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