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Génesis 4:5 - Biblia Martin Nieto

5 pero vio con desagrado a Caín y su ofrenda. Caín entonces se encolerizó y su rostro se descompuso.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 pero no aceptó a Caín ni a su ofrenda. Esto hizo que Caín se enojara mucho, y se veía decaído.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 A Yavé le agradó Abel y su ofrenda, mientras que le desagradó Caín y la suya. Ante esto Caín se enojó mucho y su rostro se descompuso.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 pero no consideró a Caín ni a su ofrenda. Esto enfureció a Caín en gran manera, y decayó° su semblante.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 pero no en Caín y la suya. Esto irritó a Caín sobremanera y tenía el semblante abatido.

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Génesis 4:5
18 Referencias Cruzadas  

Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más perfecto que el de Caín; por ella fue proclamado justo, dando el mismo Dios testimonio en favor de sus dones, y por ella, aunque muerto, sigue hablando.


Realmente la rabia mata al insensato, la irritación da muerte al necio.


Los judíos, al ver tanta gente, se enfurecieron y se opusieron con blasfemias a lo que Pablo decía.


que te envíe su socorro desde su santuario, que sea desde Sión tu apoyo;


¿No puedo hacer lo que quiera con lo mío? ¿O ves con malos ojos el que yo sea bueno?


Moisés, preso de gran indignación, dijo al Señor: 'No hagas caso de su ofrenda. Ni un asno he tomado yo de ellos; a ninguno de ellos he perjudicado'.


y les dijo: 'Veo que vuestro padre ya no me mira como antes, pero el Dios de mi padre ha estado conmigo.


Se dio también cuenta de que Labán no le miraba ya como antes.


¡Ay de ellos!, porque siguieron el camino de Caín, se precipitaron en el pecado de Bala n por ansia de dinero y perecieron en la rebelión de Coré.


El Señor dijo a Samuel: 'No consideres su aspecto ni su alta estatura, porque yo lo he descartado. El hombre no ve lo que Dios ve; el hombre ve las apariencias, y Dios ve el corazón'.


Los hombres sanguinarios odian al hombre íntegro, los hombres rectos cuidan de su vida.


Su rostro descarado los delata; como Sodoma descubren sus pecados, no los ocultan. ¡Ay de ellos, que su propia desgracia están fraguando!


El marido, al oír lo que le decía su mujer sobre el comportamiento de su esclavo con ella, se enfureció,


cuando revuelves contra Dios tu furia al proferir tales palabras!


La insensatez del hombre tuerce su camino, y luego su corazón se irrita contra el Señor.


He visto que todo trabajo y toda empresa con éxito no es más que envidia de uno contra otro. También esto es vanidad y andar a caza del viento.


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