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Génesis 23:11 - Biblia Martin Nieto

11 'No, señor; escúchame: yo te doy el campo y la cueva que hay en él; delante de los hijos de mi pueblo te lo doy; sepulta a tu difunta'.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 No, señor mío, óyeme: te doy la heredad, y te doy también la cueva que está en ella; en presencia de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta tu muerta.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 —No, mi señor —le dijo a Abraham—, por favor, escúcheme. Yo le regalaré el campo y la cueva. Aquí mismo, en presencia de mi pueblo, se lo regalo. Vaya y entierre a su esposa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 No, señor mío, escúchame: yo te regalo el campo y también la cueva que hay en él. En presencia de los hijos de mi pueblo te la doy. Sepulta allí a tu difunta.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 No, señor mío, ¡óyeme! Te doy el campo, y la cueva que está en ella, te la doy en presencia de los hijos de mi pueblo. Sepulta a tu difunta.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 'No, señor mío, óyeme: te doy el campo y la cueva que hay en él; te la entrego en presencia de los hijos de mi pueblo; entierra a tu difunta'.

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Génesis 23:11
15 Referencias Cruzadas  

Entonces Abrahán se inclinó ante el pueblo del país,


pasaron a ser propiedad de Abrahán en presencia de todos los hititas y de todos los que entraban por la puerta de la ciudad.


'Escúchanos, señor; tú eres entre nosotros un príncipe de Dios; sepulta a tu difunta en la mejor de nuestras tumbas. Ninguno te negará la suya para que puedas enterrar a tu difunta'.


En cambio, el noble sólo nobleza guarda, y a nobles empresas se entrega.


En casos de homicidio se condenará a muerte al homicida después que hayan declarado los testigos; pero el testimonio de un solo testigo no basta para condenar a muerte a una persona.


Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la moneda y dádsela al que tiene diez monedas.


No se podrá ejecutar al reo de muerte más que por la declaración de dos o tres testigos; nadie será condenado a muerte por la declaración de un solo testigo.


Un solo testigo no basta para probar la culpabilidad de un hombre en cualquier clase de falta o delito que sea. La sentencia se apoyará en la declaración de dos o tres testigos, cualquiera que sea el delito.


Booz subió a la puerta de la ciudad y se sentó. Cuando pasó el citado pariente le dijo: 'Oye, ven acá y siéntate'. Se acercó y se sentó.


Todo el pueblo, que se encontraba a la puerta con los ancianos, dijo: 'Somos testigos. Que el Señor haga a la mujer que va a entrar en tu casa semejante a Raquel y a Lía, quienes edificaron la casa de Israel. Que seas poderoso en Éfrata y adquieras renombre en Belén.


He determinado informarte para decirte: Cómpralo en presencia de los ancianos de la ciudad. Si quieres comprarlo, cómpralo; si no, dímelo, porque antes de ti no hay ninguno que pueda comprarlo, y yo soy el segundo'. Él respondió: 'Lo compraré'.


Entonces Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: 'Vosotros sois testigos de que yo compro a Noemí lo que es de Elimélec, de Kilión y de Majlón;


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