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Éxodo 2:23 - Biblia Martin Nieto

23 Entretanto, y después de mucho tiempo, murió el rey de Egipto. Los israelitas, que seguían gimiendo bajo la dura esclavitud, clamaron, y su clamor, provocado por la esclavitud, subió hasta Dios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

23 Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Con el paso de los años, el rey de Egipto murió; pero los israelitas seguían gimiendo bajo el peso de la esclavitud. Clamaron por ayuda, y su clamor subió hasta Dios,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Durante este largo período murió el rey de Egipto. El pueblo de Israel sufría bajo la esclavitud. Gritaban, y su grito subía desde los lugares de trabajo hasta Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Después de muchos días, sucedió que el rey de Egipto murió, y los hijos de Israel gemían a causa de la esclavitud, y clamaron. Y por causa de la esclavitud, su clamor subió delante de ’Elohim.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Sucedió que, durante este largo periodo, murió el rey de Egipto. Los israelitas seguían lamentándose de su servidumbre y clamando, y su grito de socorro, salido del fondo de su esclavitud, llegó a Dios.

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Éxodo 2:23
31 Referencias Cruzadas  

El jornal de los obreros que segaron vuestros campos, defraudado por vosotros, clama, y los lamentos de los segadores han llegado a los oídos del Señor todopoderoso.


Cuarenta años después, se le apareció en el desierto del monte Sinaí un ángel en la llama de una zarza ardiente.


Añadió: 'Tú estás encinta y darás a luz un hijo y le llamarás Ismael, porque el Señor ha escuchado tu aflicción.


serán señal y testimonio del Señor en la tierra de Egipto. Cuando ante el opresor clamen al Señor, él les mandará un salvador que luchará por ellos y los salvará.


los lazos del abismo me liaban, se tendían ante mí las trampas de la muerte.


de todos los que dicen: 'La lengua es nuestra fuerza, los labios nuestras armas, ¿quién podrá dominarnos?'.


Tú viste la aflicción de nuestros padres en Egipto y escuchaste su clamor junto al mar Rojo;


Págale cada día su salario, antes de ponerse el sol, pues es pobre y espera impacientemente su jornal. De lo contrario, apelará al Señor, y tú serás culpable.


El Señor había dicho a Moisés en Madián: 'Anda, vuelve a Egipto, porque han muerto todos los que querían matarte'.


El Señor le dijo: '¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano grita de la tierra hasta mí.


Clamamos al Señor, que oyó nuestra voz y envió un ángel, que nos sacó de Egipto. Y aquí estamos ahora en Cades, ciudad que se encuentra en los confines de tus dominios.


Moisés tenía ochenta años y Aarón ochenta y tres cuando hablaron al Faraón.


Sí, la viña del Señor omnipotente es el pueblo de Israel; y los hombres de Judá, su plantel escogido. El Señor esperaba de ellos respeto a la ley, y hay sangre derramada; esperaba justicia, y sólo hay gritos de dolor.


y amargando su vida con trabajos forzados: en la fabricación de mortero y ladrillos y en las diversas faenas del campo, trabajos a los que los sometían con dureza.


He oído ahora el clamor de los israelitas, a quienes los egipcios tienen esclavizados, y me he acordado de mi pacto.


Así habló Moisés a los israelitas, pero ellos no lo escucharon por el desaliento que les causaba su dura esclavitud.


Cuando Jacob y sus hijos bajaron a Egipto, los egipcios los oprimieron, y vuestros padres clamaron al Señor. El Señor envió a Moisés y Aarón, que los sacaron de Egipto y los instalaron en esta tierra.


Por la abundancia de opresión se gime, contra el brazo de los grandes se pide auxilio.


Oración de un afligido que, en su congoja, derrama su llanto ante el Señor


Los israelitas clamaron al Señor, porque Yabín tenía novecientos carros de guerra y había oprimido a los israelitas durante veinte años.


'Mañana a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín; tú le ungirás como jefe de mi pueblo Israel para que salve a mi pueblo de la mano de los filisteos, porque he visto la miseria de mi pueblo y su clamor ha llegado hasta mí'.


Señor, escucha mi plegaria, llegue hasta ti mi grito;


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