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Éxodo 19:16 - Biblia Martin Nieto

16 Al tercer día, a eso del amanecer, hubo truenos y relámpagos, una espesa nube sobre la montaña y un sonido muy fuerte de trompeta; todo el pueblo, que estaba en el campamento, temblaba.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

16 Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 En la mañana del tercer día, retumbaron truenos y destellaron relámpagos, y una nube densa descendió sobre el monte. Se oyó un fuerte y prolongado toque de cuerno de carnero, y todo el pueblo tembló.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Al tercer día, al amanecer, hubo sobre el monte truenos, relámpagos y una espesa nube; se oía un sonido muy fuerte de cuerno. En el campamento todo el pueblo se puso a temblar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Al tercer día, siendo de mañana, aconteció que hubo truenos y relámpagos° y una nube muy espesa sobre el monte y un fuerte sonido del shofar;° y todo el pueblo que estaba en el campamento se estremeció.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Al tercer día, cuando llegó la mañana, hubo truenos y relámpagos y una espesa nube sobre el monte, y un sonido de cuerno muy fuerte. Se echó a temblar todo el pueblo que estaba en el campamento.

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Éxodo 19:16
31 Referencias Cruzadas  

Después de esto tuve una visión. Vi una puerta abierta en el cielo; y la voz del principio, la que oí hablarme como con sonido de trompeta, me dijo: 'Sube aquí y te mostraré lo que va a suceder en seguida'.


Y el espectáculo era tan terrible que Moisés dijo: Estoy aterrado y temblando.


Entonces se abrió el templo de Dios, el que está en el cielo, se vio en su templo el arca de su alianza en medio de rayos, voces, truenos, terremotos y fuerte granizada.


Después el ángel tomó el incensario, lo llenó de fuego del altar y lo lanzó sobre la tierra. Entonces se produjeron truenos, relámpagos, voces y terremotos.


Del trono salían rayos, voces y truenos. Siete lámparas de fuego ardían delante del trono (que son los siete espíritus de Dios).


las nubes dejaron caer su lluvia, los nublados tronaron y los rayos volaban por uno y otro lado;


¿Quién abre un resquicio al aguacero, un camino a los giros del trueno,


Todo el pueblo distinguía los truenos y los relámpagos, el sonido de la trompeta y el humear de la montaña. El pueblo, al ver esto, temblaba y se mantenía a distancia.


Y el Señor dijo a Moisés: 'Yo llegaré hasta ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga cuando yo hable contigo y tenga siempre fe en ti'. Y Moisés refirió al Señor las palabras del pueblo.


Moisés extendió su bastón hacia el cielo, y el Señor mandó truenos y granizo con fuego, que se precipitaba sobre la tierra; el Señor hizo caer granizo sobre Egipto.


Caí en éxtasis el día del Señor y oí detrás de mí una voz potente como de trompeta,


¿No lograréis temerme -dice el Señor-, no temblaréis ante mí, que he puesto la arena como límite al mar, como barrera eterna que no ha de traspasar? Por más que se agita, es impotente; sus olas braman, mas no la rebasarán.


sus relámpagos iluminan el mundo, lo ve la tierra y se estremece;


Ya viene nuestro Dios y no se callará. Un fuego que devora lo precede, y en torno a él una borrasca brama.


de modo que los sacerdotes no pudieron continuar su servicio a causa de la nube, pues la gloria del Señor había llenado el templo de Dios.


Entonces la nube cubrió la tienda de la reunión, y la gloria del Señor llenó el tabernáculo.


Y mandará a sus ángeles con potentes trompetas, y reunirán de los cuatro vientos a los elegidos desde uno a otro extremo del mundo'.


que estén así preparados para pasado mañana, pues pasado mañana el Señor bajará al monte Sinaí a la vista de todo el pueblo.


Y dijo al pueblo: 'Estad preparados para pasado mañana; que nadie toque mujer'.


Moisés hizo salir al pueblo del campamento al encuentro de Dios, y se detuvieron al pie de la montaña.


El pueblo se mantuvo a distancia, mientras Moisés se aproximó a la nube donde estaba el Señor.


Yo estaba entonces entre el Señor y vosotros como mediador de las palabras del Señor, pues vosotros no habíais subido a la montaña por miedo al fuego. Él dijo:


Inclinó los cielos y bajó; una densa nube debajo de sus plantas.


El Señor es paciente, pero de gran poder, y no deja pasar nada. El Señor camina en la tempestad y en el huracán, y las nubes son el polvo de sus pies.


Gritaste en la opresión y te salvé, te respondí oculto entre los truenos, en las aguas de Meribá te puse a prueba'.


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