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Éxodo 1:12 - Biblia Martin Nieto

12 Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y crecían; los egipcios llegaron a odiar a los israelitas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Sin embargo, cuanto más los oprimían, más los israelitas se multiplicaban y se esparcían, y tanto más se alarmaban los egipcios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Pero cuanto más los oprimían, tanto más crecían y se multiplicaban, de tal modo que la gente ya no soportaba a los israelitas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y esparcían, hasta que llegaron a sentir aversión por los hijos de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Pero cuanto más los oprimían, tanto más crecía su número y se propagaban, de suerte que los egipcios llegaron a temer a los israelitas.

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Éxodo 1:12
17 Referencias Cruzadas  

Dios hizo a su pueblo muy prolífero, y mucho más fuerte que sus opresores;


'El pueblo israelita es más numeroso y potente que nosotros.


Y sabemos que Dios ordena todas las cosas para bien de los que le aman, de los que han sido elegidos según su designio.


Los fariseos se dijeron: 'Veis que no adelantamos nada. Mirad cómo todo el mundo se va tras de él'.


Realmente la rabia mata al insensato, la irritación da muerte al necio.


Cruel es el furor e impetuosa la ira, pero ¿quién podrá resistir ante la envidia?


Ni sabiduría, ni inteligencia, ni consejo existen ante el Señor.


Los israelitas, muy fecundos, se multiplicaron sobremanera, aumentando progresivamente y llegando a ser tan numerosos que llenaron toda aquella región.


Dios favoreció a las parteras, y el pueblo siguió multiplicándose, llegando a ser muy poderoso.


Dios continuó: 'Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí yo haré de ti un gran pueblo.


y Moab tembló de miedo ante aquel pueblo tan numeroso.


Tomarás de nuevo la palabra y dirás ante el Señor, tu Dios: Mi padre era un arameo errante, que bajó a Egipto. Allí se quedó con unas pocas personas más; pero pronto se convirtió en una nación grande, fuerte y numerosa.


Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los llevaste a la tierra que habías prometido dar en propiedad a sus padres.


Dios los bendice, ellos prosperan, y hace que se multipliquen sus ganados.


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