Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Apocalipsis 9:18 - Biblia Martin Nieto

18 La tercera parte de los hombres fue exterminada por estas tres plagas, fuego, humo y azufre, que salían de las bocas de los caballos.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

18 Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 La tercera parte de toda la gente de la tierra murió a causa de estas tres plagas: el fuego, el humo y el azufre ardiente que salían de la boca de los caballos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 La tercera parte de la humanidad fue exterminada por estas tres plagas: fuego, humo y azufre, que salían de la boca de los caballos.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

18 Por efecto de estas tres plagas fueron muertos la tercera parte de los hombres: por el fuego, por el humo y por el azufre que salía de la boca de ellos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Por estas tres plagas murió la tercera parte de los hombres: por el fuego, el humo y el azufre que brotaba de sus fauces.

Ver Capítulo Copiar




Apocalipsis 9:18
9 Referencias Cruzadas  

El tercer ángel tocó la trompeta, cayó del cielo una gran estrella, ardiente como una llama; cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes de las aguas.


El nombre de la estrella es ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos hombres murieron por estas aguas, que se habían vuelto amargas.


El cuarto ángel tocó la trompeta, y la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas quedaron heridas de muerte de tal manera que se oscureció la tercera parte de las mismas y el día perdió una tercera parte de su esplendor, lo mismo que la noche.


El primero tocó la trompeta, y cayó sobre la tierra granizo y fuego mezclado con sangre; la tercera parte de la tierra quedó abrasada, la tercera parte de los árboles quedó abrasada y la tercera parte de la hierba verde quedó abrasada.


El segundo ángel tocó la trompeta, y una enorme mole de brasas, como una montaña, fue lanzada al mar; la tercera parte del mar se convirtió en sangre,


pereció la tercera parte de los seres del mar y la tercera parte de las naves fue destruida.


Y fueron soltados los cuatro ángeles que estaban dispuestos para la hora, el día, el mes y el año, a fin de exterminar a la tercera parte de los hombres.


Así vi a los caballos y a los jinetes: éstos tenían corazas de color de fuego, de jacinto y de azufre; los caballos tenían las cabezas como las de los leones, y de su boca salía fuego y azufre.


Porque el poder de los caballos está en sus bocas y en sus colas; sus colas, parecidas a las serpientes, tienen cabezas, de las que se sirven para dañar.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos