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Apocalipsis 10:1 - Biblia Martin Nieto

1 Después vi otro ángel vigoroso, que bajaba del cielo envuelto en una nube; sobre la cabeza tenía el arco iris; su rostro era como el sol, y sus piernas como columnas de fuego.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Entonces vi a otro ángel poderoso que descendía del cielo envuelto en una nube con un arco iris sobre su cabeza. Su cara brillaba como el sol, y sus pies eran como columnas de fuego.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Vi después a otro ángel formidable que bajaba del cielo envuelto en una nube; el arco iris rodeaba su cabeza, su cara era como el sol y sus piernas como columnas de fuego.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Vi a otro ángel fuerte, que descendía del cielo envuelto en una nube: el arco iris estaba sobre su cabeza, y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Vi a otro ángel poderoso, que bajaba del cielo envuelto en una nube. Tenía sobre su cabeza el arcoiris; su rostro era como el sol y sus piernas como columnas de fuego.

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Apocalipsis 10:1
28 Referencias Cruzadas  

construyes sobre las aguas tus moradas; haces tu carro de las nubes y caminas en las alas del viento;


Está rodeado de nubes y tinieblas, la justicia y el derecho son las bases de su trono.


Mientras Aarón estaba hablando, miraron hacia el desierto, y vieron aparecer la gloria del Señor en la nube.


Sus piernas son columnas de alabastro sobre pedestales de oro puro. Su aspecto es como el del Líbano, imponente cual los cedros.


Oráculo contra Egipto: Ved al Señor que, cabalgando sobre una nube ligera, viene a Egipto. Los ídolos de Egipto tiemblan ante él, y el corazón de los egipcios desfallece en su pecho.


Me pasa como en los días de Noé, cuando juré que las aguas de Noé no volverían a anegar la tierra: así ahora juro no irritarme más contra ti, no volverte a amenazar.


Te has envuelto en una nube, para que no pasara la oración.


semejante al arco iris que aparece en las nubes en un día de lluvia; tal era el fulgor que despedía. Esta visión era como la imagen de la gloria del Señor. A su vista yo caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba.


Su cuerpo parecía de crisólito, su rostro era como el fulgor del relámpago, sus ojos como antorchas encendidas, sus brazos y sus pies como el destello del bronce bruñido y el rumor de sus palabras como el ruido de una multitud.


Yo seguía contemplando en mis visiones nocturnas: En las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre; se dirigió hacia el anciano y se presentó ante él.


y le dijo: 'Di a tu hermano Aarón que no podrá entrar nunca en el santuario, en el recinto que hay detrás del velo, en presencia del propiciatorio que está sobre el arca, no sea que muera cuando yo aparezca sobre el propiciatorio en una nube.


Y se transfiguró ante ellos. Su rostro brilló como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.


Entonces verán al hijo del hombre venir en una nube con gran poder y majestad.


al mediodía vi en el camino, oh rey, una luz venida del cielo, más brillante que la del sol, que me envolvió a mí y a los que iban conmigo.


Miradlo, viene entre nubes; lo verán todos, aun los que lo traspasaron, y se lamentarán sobre él todas las naciones de la tierra. Sí. Amén.


Después de esto vi a otro ángel bajar del cielo con gran poder; la tierra fue iluminada con su esplendor.


Después un ángel vigoroso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la tiró al mar, diciendo: Así, de un golpe, será tirada Babilonia, la gran ciudad, y no se la encontrará jamás.


Vi un ángel que bajaba del cielo; tenía en la mano la llave del abismo y una gran cadena.


El que estaba sentado tenía el aspecto de una piedra de jaspe y de sardónica. El trono estaba rodeado de un arco iris, parecido a la esmeralda.


Vi un ángel poderoso que exclamaba con voz potente: ¿Quién es digno de abrir el libro y de romper los sellos?


En mi visión oí un águila que volaba por medio del cielo y gritaba con voz potente: '¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra tan pronto como suenen las trompetas que los tres ángeles van a tocar!'.


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