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Apocalipsis 1:4 - Biblia Martin Nieto

4 Juan, a las siete Iglesias de Asia: a vosotros la gracia y la paz de parte del que es, el que era y el que viene, y de parte de los siete espíritus que están delante de su trono;

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Yo, Juan, les escribo esta carta a las siete iglesias que están en la provincia de Asia. Gracia y paz a ustedes de aquel que es, que siempre era y que aún está por venir; y del Espíritu de siete aspectos que está delante de su trono;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Juan, a las siete Iglesias de Asia. Reciban gracia y paz de parte de Aquel que Es, que era y que viene, y de parte de los siete espíritus que están ante su trono,

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Juan, a las siete iglesias que están en el Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que está viniendo,° y de los siete espíritus que están ante su trono,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Juan, a las siete iglesias de Asia: gracia y paz a vosotros de parte de aquel que es, que era y que ha de venir, de parte de los siete espíritus que están ante su trono

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Apocalipsis 1:4
41 Referencias Cruzadas  

Antes que surgieran las montañas, antes que la tierra y el mundo se engendraran, desde siempre y por siempre tú eres Dios.


Dios dijo a Moisés: 'Yo soy el que soy. Así responderás a los israelitas: Yo soy me ha enviado a vosotros'.


Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fuerza, espíritu de conocimiento y de temor del Señor.


¿Quién ha hecho esta gesta? El que llama desde el principio a las generaciones. Yo, el Señor, que soy el primero y estaré también con los últimos.


Pues esto dice el altísimo, el excelso, el que habita una morada eterna y cuyo nombre es santo: Yo habito en una morada excelsa y santa, pero también estoy con el hombre arrepentido y humilde, para reanimar el espíritu de los humildes, para reconfortar el corazón afligido.


Por eso el Señor los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel.


Pues ahí está la piedra que he puesto ante Josué: sobre esta única piedra hay siete ojos; yo mismo grabaré su inscripción, palabra del Señor todopoderoso, y borraré el pecado de la tierra en un solo día.


El ángel me respondió: Son los cuatro vientos del cielo, que salen de la presencia del Señor de toda la tierra.


En el principio existía aquel / que es la Palabra, / y aquel que es la Palabra / estaba con Dios y era Dios. /


Esto duró dos años, de manera que todos los habitantes de Asia, tanto judíos como paganos, oyeron la palabra de Dios.


Partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, Judea y Capadocia, el Ponto y el Asia,


A todos los que estáis en Roma, predilectos de Dios, llamados y consagrados, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor.


os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor.


os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor.


Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será por siempre.


Todo don excelente y todo don perfecto viene de lo alto, del Padre de las luces, en el que no hay cambio ni sombra de variación.


Revelación de Jesucristo, que Dios le ha dado para mostrar a sus servidores lo que va a suceder en seguida; Dios la ha dado a conocer, por medio de un ángel, a su siervo Juan,


que decía: 'Lo que ves escríbelo en un libro y mándaselo a las siete Iglesias: a Éfeso, a Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea'.


Al verle, caí a sus pies como muerto; pero él me tocó con su mano derecha, y me dijo: 'No tengas miedo; soy yo, el primero y el último, el viviente;


Éste es el secreto de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete Iglesias, y los siete candelabros son las siete Iglesias'.


Yo soy el alfa y la omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que viene, el todopoderoso.


Yo, Juan, vuestro hermano y vuestro compañero en el sufrimiento, en el reino y en la constancia, en Jesús, yo me encontraba en la isla de Patmos por haber predicado la palabra de Dios y por haber dado testimonio de Jesús.


Y oí al ángel de las aguas que decía: Tú eres justo; tú, el que es, el que era; tú, el santo, al haber castigado así.


Escribe al ángel de la Iglesia de Pérgamo: Esto dice el que tiene la espada aguda de dos filos.


Escribe al ángel de la Iglesia de Tiatira: Esto es lo que dice el hijo de Dios, que tiene los ojos como una llama y los pies como el bronce fundido a fuego.


Escribe al ángel de la Iglesia de Esmirna: Esto es lo que dice el primero y el último, el que murió y ha vuelto a la vida.


Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para testificar estas cosas acerca de las Iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, la estrella radiante de la mañana'.


Yo, Juan, soy el que he oído y visto estas cosas. Cuando las oí y vi, caí a los pies del ángel que me las había mostrado para adorarlo.


Escribe al ángel de la Iglesia de Sardes: Esto es lo que dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas. Conozco tus obras: tú pasas por vivo, pero estás muerto.


Escribe al ángel de la Iglesia de Laodicea: Esto es lo que dice el amén, el testigo fiel y veraz, el principio de la creación de Dios.


Escribe al ángel de la Iglesia de Filadelfia: Esto es lo que dice el santo, el veraz, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cerrará, el que cierra y nadie abrirá:


Del trono salían rayos, voces y truenos. Siete lámparas de fuego ardían delante del trono (que son los siete espíritus de Dios).


Los cuatro animales tenían cada uno seis alas, y alrededor y en el interior estaban llenos de ojos. Y repetían sin cesar día y noche: Santo, santo, santo es el Señor, el todopoderoso, el que era, el que es, el que viene.


Entonces, junto al trono, vi un cordero rodeado de los cuatro vivientes y de los ancianos. Estaba de pie y como degollado. Tenía siete cuernos y siete ojos (éstos son los siete espíritus de Dios enviados por todo el mundo).


Entonces vi a los siete ángeles que están en pie delante de Dios; les dieron siete trompetas.


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