Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





2 Samuel 4:7 - Biblia Martin Nieto

7 entraron sin ser vistos en la casa donde Isbaal estaba acostado en la cama de su dormitorio. Lo mataron, le cortaron la cabeza y caminaron durante toda la noche por el camino de la Arabá.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 Cuando entraron en la casa, Is-boset dormía sobre su lecho en su cámara; y lo hirieron y lo mataron, y le cortaron la cabeza, y habiéndola tomado, caminaron toda la noche por el camino del Arabá.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Entraron en la casa y encontraron a Is-boset dormido en su cama. Lo golpearon, lo mataron y le cortaron la cabeza. Luego tomaron la cabeza y huyeron durante la noche a través del valle del Jordán.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 entraron en la casa y encontraron a Isbaal tendido en la cama de su dormitorio. Lo golpearon y le cortaron la cabeza, después caminaron toda la noche por el camino de la Arabá, llevando la cabeza.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Cuando entraron en la casa, estaba él acostado sobre su lecho en la alcoba y lo hirieron y mataron, y luego lo decapitaron. Entonces tomaron su cabeza y marcharon por el camino del Arabá toda la noche.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Cuando entraron en la casa, Isbaal estaba durmiendo en la cama de su alcoba. Le hirieron de muerte, le cortaron la cabeza, la tomaron consigo y estuvieron huyendo por el camino de la Arabá durante toda la noche.

Ver Capítulo Copiar




2 Samuel 4:7
8 Referencias Cruzadas  

Trajeron la cabeza en una bandeja y se la entregaron a la muchacha, la cual se la llevó a su madre.


Abner y sus hombres marcharon durante toda aquella noche por la Arabá, pasaron el Jordán y, después de caminar toda la mañana, llegaron a Majanayín.


Les cortaron la cabeza, les despojaron de sus armas e hicieron publicar la buena nueva por todo el país de los filisteos, a los cuatro vientos, a sus ídolos y al pueblo.


David tomó la cabeza del filisteo y la llevó a Jerusalén; las armas las puso en su propia tienda.


Pero los magos hicieron lo mismo con sus encantamientos. Hicieron subir las ranas sobre todo Egipto.


David corrió, se detuvo ante el filisteo, tomó su espada y, sacándola de la vaina, le remató y le cortó la cabeza. Cuando los filisteos vieron muerto a su héroe, se dieron a la fuga.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios