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2 Samuel 2:7 - Biblia Martin Nieto

7 Ahora sed valientes y tened ánimo; Saúl, vuestro señor, ha muerto; pero la casa de Judá me ha ungido a mí para ser su rey'.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 Esfuércense, pues, ahora vuestras manos, y sed valientes; pues muerto Saúl vuestro señor, los de la casa de Judá me han ungido por rey sobre ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Ahora que Saúl ha muerto, les pido que sean mis súbditos valientes y leales, igual que el pueblo de Judá, que me ha ungido como su nuevo rey».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Y ahora sigan valientes y animosos. Aunque Saúl ha muerto, los hombres de la casa de Judá me han consagrado como su rey'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Ahora pues, fortalézcanse vuestras manos y sed valientes, pues muerto Saúl vuestro señor, los de la casa de Judá me han ungido como rey sobre ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Ahora, pues, que recobren vigor vuestros brazos y sed valientes; pues, muerto Saúl, vuestro señor, la casa de Judá me ha ungido por rey suyo'.

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2 Samuel 2:7
12 Referencias Cruzadas  

En definitiva, cobrad fuerzas en el poder soberano del Señor.


¡Ánimo!, luchemos valientemente por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios. Que el Señor haga lo que bien le parezca'.


todos los valientes se pusieron en marcha, caminaron toda la noche y quitaron el cadáver de Saúl y de sus hijos de la muralla de Betsán, los llevaron a Yabés y allí los quemaron.


Cuando los israelitas del otro lado del valle y de la Transjordania vieron que los israelitas habían huido y que Saúl y sus tres hijos habían muerto, abandonaron también ellos sus ciudades y se dieron a la fuga. Los filisteos vinieron y se establecieron en ellas.


Cobrad ánimo y sed valientes, filisteos, para no servir a los hebreos, como ellos os han servido a vosotros; sed hombres y luchad'.


Después de todo esto, la palabra del Señor fue dirigida a Abrán en una visión. Dijo: 'No temas, Abrán, yo soy tu escudo. Tu recompensa será muy grande'.


Estad alerta, permaneced firmes en la fe, sed hombres, sed fuertes.


Que el Señor os trate con misericordia y fidelidad. También yo os pagaré esta buena obra por haberos portado así.


Abner, hijo de Ner, jefe del ejército de Saúl, tomó a Isbaal, hijo de Saúl, le trasladó a Majanayín,


Y les conté cómo Dios me había protegido y las palabras que el rey me había dirigido. Ellos exclamaron: '¡Ea, emprendamos la construcción!'. Y se animaron mutuamente para esta hermosa tarea.


Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey; el rey David hizo con ellos un pacto ante el Señor, y ungieron a David como rey de Israel.


Entonces Yehoyadá hizo salir al hijo del rey y le impuso la corona y las insignias, lo proclamó rey y lo ungió. Y todos aplaudieron y gritaron: '¡Viva el rey!'.


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