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2 Samuel 18:20 - Biblia Martin Nieto

20 Joab le respondió: 'No serás tú hoy el portador de la buena nueva; lo serás otro día; pero hoy no llevarás una buena nueva, porque ha muerto el hijo del rey'.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

20 Respondió Joab: Hoy no llevarás las nuevas; las llevarás otro día; no darás hoy la nueva, porque el hijo del rey ha muerto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 —No —le dijo Joab—, no serían buenas noticias para el rey saber que su hijo está muerto. Puedes ser mi mensajero otro día, pero hoy no.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Pero Joab le dijo: 'Tú no serás por ahora el mensajero, pues la noticia no es buena, sino mala, siendo que ha muerto el hijo del rey. Será para otra vez'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Pero Joab le dijo: Hoy no serás hombre de buenas nuevas, sino que otro día llevarás buenas nuevas. Hoy no llevarás buenas nuevas, porque el hijo del rey ha muerto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Pero Joab le replicó: 'Hoy no serías portador de buenas noticias; tal vez otro día lo seas. Pero hoy no llevarías una buena nueva, porque ha muerto el hijo del rey'.

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2 Samuel 18:20
8 Referencias Cruzadas  

Ajimás, hijo de Sadoc, dijo 'Déjame ir corriendo a dar al rey esta buena nueva de que el Señor le ha hecho justicia, librándolo de las manos de sus enemigos'.


Y Joab dijo al cusita: 'Vete y comunica al rey lo que has visto'. El cusita hizo una inclinación de cabeza ante Joab y partió corriendo.


El centinela dijo: 'El modo de correr del primero me parece el modo de correr de Ajimás, hijo de Sadoc'. El rey contestó: 'Es un hombre bueno; viene para traer buenas noticias'.


El rey preguntó: '¿Está bien el joven Absalón?'. Ajimás respondió: 'Yo vi un gran alboroto en el momento que Joab enviaba a tu siervo, pero no sé lo que era'.


El rey dio a Joab, a Abisay y a Itay la orden siguiente: 'Respetad, por consideración a mí, al joven Absalón'. Y todo el pueblo supo que el rey había dado esta orden sobre Absalón a todos los jefes.


El rey se conmovió, subió a la habitación de encima de la puerta y se puso a llorar. Y decía sollozando: '¡Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera haber muerto yo en tu lugar, Absalón, hijo mío, hijo mío!'.


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