Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





1 Corintios 11:4 - Biblia Martin Nieto

4 El hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta deshonra a Cristo, que es su cabeza.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 El hombre deshonra a su cabeza si se cubre la cabeza mientras ora o profetiza.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Si un varón ora o profetiza con la cabeza cubierta, deshonra su cabeza.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Todo varón que ora o profetiza teniendo algo° sobre la cabeza,° afrenta su cabeza.°

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Todo varón que ora o habla en nombre de Dios con la cabeza cubierta, deshonra su cabeza.

Ver Capítulo Copiar




1 Corintios 11:4
11 Referencias Cruzadas  

David subía la pendiente de los olivos; subía llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos, y todo el pueblo que le acompañaba iba también con la cabeza cubierta y llorando.


Por eso aquel día las tropas entraron furtivamente en la ciudad, como entra la gente avergonzada de haber huido en la batalla.


Porque el hijo insulta al padre, la hija se alza contra su madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son sus mismos familiares.


En la Iglesia de Antioquía había profetas y doctores: Bernabé y Simón, apodado el Negro; Lucio de Cirene; Manahén, hermano de leche de Herodes el virrey, y Saulo.


¿No os enseña la misma naturaleza que es una vergüenza que el hombre se deje el pelo largo,


Y la mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra al marido, que es su cabeza, exactamente igual que si se la hubiera rapado.


a otro el don de hacer milagros; a otro el decir profecías; a otro el saber distinguir entre los espíritus falsos y el Espíritu verdadero; a otro hablar lenguas extrañas, y a otros saber interpretarlas.


Y así Dios ha puesto en la Iglesia en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en tercero, a los maestros; luego, los que tienen el poder de hacer milagros; después, los que tienen el don de curar, de asistir a los necesitados, de gobernar, de hablar lenguas extrañas.


Aunque tenga el don de profecía y conozca todos los misterios y toda la ciencia, y aunque tenga tanta fe que traslade las montañas, si no tengo amor, no soy nada.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos