Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Rut 2:2 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

2 Y Rut la Moavita le dijo a Naomí: “Me gustaría ir a los campos a recoger entre las espigas detrás de alguien que me muestre bondad”. Ella le respondió. “Sí, hija mía, vete”,

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Un día Rut la moabita le dijo a Noemí: —Déjame ir a los campos de cosecha a ver si alguien en su bondad me permite recoger las espigas de grano dejadas atrás. Noemí respondió: —Está bien, hija mía, puedes ir.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Rut le pidió permiso a Noemí para ir a recoger espigas donde pudiera hacerlo sin problemas.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y rebuscaré° espigas detrás de cualquiera ante cuyos ojos halle gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Rut, la moabita, dijo a Noemí: 'Permíteme ir al campo a recoger espigas tras de aquel a cuyos ojos hallare yo favor'. Ella le respondió: 'Vete, hija mía'.

Ver Capítulo Copiar




Rut 2:2
9 Referencias Cruzadas  

(32:7) Los mensajeros regresaron a Yaaqov, diciendo: “Fuimos donde tu hermano Esaw; él mismo viene a recibirte, y hay cuatrocientos hombres con él”.


no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; debes dejarlos para el pobre y el extranjero: Yo Yahweh soy su Elohim.


No andes chismeando entre tu pueblo. No desatiendas a tu prójimo cuando está en peligro: Yo soy Yahweh.


Cuando recojan la cosecha de su tierra, no debes cosechar hasta los bordes de tu campo, ni recoger el fruto que se cae de tu cosecha.


Y cuando cosechen el producto de su tierra, no deben cosechar todo hasta los bordes de su campo, ni recoger las espigas caídas de su cosecha; deberán dejarlas para el pobre y el extranjero: yo Yahweh soy su Elohim”.


y ella se fue. Llegó y se puso a espigar en el campo, detrás de los cosechadores. Y se dio la coincidencia de que aquella parcela del campo pertenecía a Bóaz, que era de la familia de Elimélekh.


Ella me dijo: ‘Por favor, déjeme espigar y recoger entre las gavillas detrás de los cosechadores’. Ha estado en pie desde que vino esta mañana. No ha descansado más que un ratito en la cabaña”.


Ella contestó: “Usted es muy amable con su servidora”. Así que la mujer salió, y comió, y ya no estaba cabizbaja.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos