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Números 22:6 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

6 Ven pues, échamele una maldición a ese pueblo, ya que es muy numeroso para mí, tal vez así pueda derrotarlos y expulsarlos de la tierra. Porque yo sé que a quien tú bendices queda bendito de veras, y a quien tú maldices queda maldito”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Ven, por favor, maldíceme a este pueblo, porque es demasiado poderoso para mí. De esa manera quizás yo pueda conquistarlos y expulsarlos de la tierra. Yo sé que sobre el pueblo que tú bendices, caen bendiciones y al pueblo que tú maldices, le caen maldiciones».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Ven pues, por favor, y maldice a ese pueblo porque es más poderoso que yo. A lo mejor así puedo vencerlo y expulsarlo del país, porque sé que lo que tú bendices queda bendito y lo que maldices, maldito está.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Ven ahora, te ruego, y maldíceme a este pueblo porque es demasiado poderoso para mí. Quizá yo pueda herirlo, y lo echaremos de la tierra, porque yo sé que a quien tú bendigas, será bendito, y al que tú maldigas, será maldito.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Ven, pues, ahora y maldíceme a este pueblo; pues es más fuerte que yo. Tal vez así pueda yo derrotarlo y arrojarlo del país; pues sé que aquel a quien tu bendices queda bendito, y aquel a quien tú maldices queda maldito'.

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Números 22:6
23 Referencias Cruzadas  

Bendeciré a los que te bendigan y degradaré al que te maldiga; y todas las familias de la tierra se bendecirán por medio de ti”.


Que los pueblos te sirvan, y las naciones se postren ante ti; sé el amo de tus hermanos, y que los hijos de tu madre se postren ante ti. Malditos sean los que te maldigan, benditos los que te bendigan”.


El mensajero que había ido a llamar a Mikayhu le dijo: “Mira, las palabras de los profetas son unánimemente favorables para el rey. Que tu palabra sea como la del resto de ellos; di algo favorable”.


Así que el rey de Yisrael reunió a los profetas, unos 400 hombres, y les preguntó: “¿Marcharé a la guerra contra Ramot de Guilad, o desistiré?” Ellos respondieron: “Marche, que Yahweh la entregará en manos de Su Majestad”.


Y el rey de Yisrael le respondió a Yahoshafat: “Hay otro hombre por medio del cual podríamos consultar a Yahweh; pero yo lo aborrezco, porque nunca me profetiza el bien, sino el mal. Es Mikayhu hijo de Imlá”. Pero Yahoshafat respondió: “No hable así, Su Majestad”.


porque no salieron a recibir a Yisrael con pan y agua, sino que contrató contra ellos a Bilam, para que los maldijera; pero nuestro Elohim convirtió la maldición en bendición.


Que maldigan ellos, pero tú bendice; que se levanten, pero queden avergonzados, mientras tus servidores se alegran.


Como un gorrión tiene que revolotear y la golondrina volar, así una maldición sin motivo tiene que caerle a uno mismo.


Ellos profetizan falsedad y adivinación mentirosa. Dicen: “Así dice Yahweh’, cuando Yahweh no los ha enviado. ¡Con todo, esperaban que se cumplieran sus palabras!


Pueblo mío, recuerda lo que planeó contra ti Balak el rey de Moav, y cómo le respondió Bilam hijo de Beor. [Recuerda tu paso] de Shitim a Guilgal –y reconocerás los actos bondadosos de Yahweh”.


Pero Elohim le dijo a Bilam: “No vayas con ellos. No debes maldecir a ese pueblo, porque son benditos”.


Yo te recompensaré ricamente y haré todo lo que me pidas. Sólo ven y maldíceme a este pueblo”.


Entonces Balaq le dijo: “Ven conmigo a otro lugar desde donde puedas verlos; verás sólo una parte de ellos; no los verás a todos y condénamelos desde allá”.


Entonces Balaq le dijo a Bilam: “Ven, por favor, te llevaré a otro lugar. Tal vez a ha'Elohim le parezca bien que me los condenes allá”.


Se agachan, se echan como un león, como el rey de las bestias, ¿quién se atreve a levantarlos? ¡Benditos sean los que te bendigan, malditos los que te maldigan!”


Una vez, íbamos al lugar de oración cuando nos salió al encuentro una joven esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual les producía una gran ganancia a sus amos, adivinando.


(23:5) porque ellos no le ofrecieron alimento ni agua en el viaje a ustedes después que salieron de Mitsráyim, y porque ellos alquilaron a Balaam, hijo de Beor, el de Petor de Aram Naharáyim, para maldecirte.


Después Balaq hijo de Peor, el rey de Moav, se preparó para atacar a Yisrael. Mandó a buscar a Bilam hijo de Beor para que los maldijera a ustedes,


Y el pelishtino llamó a Dawid: “¿Acaso soy un perro que vienes contra mí con palos?” el pelishtino maldijo a Dawid en nombre de sus deidades;


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