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Números 11:5 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

5 ¡Cómo nos acordamos el pescado que comíamos gratis en Mitsráyim, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas, y el ajo!

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Cómo nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto y teníamos todos los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos que queríamos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 ¡Cómo echamos de menos el pescado que gratuitamente comíamos en Egipto, los pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 ¡Cómo nos acordamos del pescado que en Egipto comíamos de balde, de los pepinos, de los melones, de los puerros, de las cebollas y los ajos!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 ¡Cuánto nos acordamos del pescado que comíamos de balde en Egipto, de los pepinos, de los melones, de los puerros, de las cebollas, de los ajos!

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Números 11:5
7 Referencias Cruzadas  

de los hombres con tu mano, oh Yahweh, de los mundanos, que no piensan más que en lo de esta vida, que se llenan el vientre con tu abundancia, que hartan a sus hijos, y hasta les sobra para sus nietos.


Los yisraelitas les dijeron: “¡Ojalá hubiéramos muerto a manos de Yahweh en la tierra de Mitsráyim, cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos! Porque ustedes nos han sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta congregación”.


La Hermosa Tsiyón ha quedado como cabaña en una viña, como choza en un melonar, como una ciudad sitiada.


si ustedes dicen: ‘No, nosotros nos iremos a la tierra de Mitsráyim, donde no veamos guerra ni oigamos el sonido de el shofar, ni pasemos hambre de pan, y allí habitaremos’,


Pero desde que dejamos de hacerle ofrendas a la Reina del Cielo y de derramarle libaciones, nos ha faltado de todo, y somos exterminados por la espada y por el hambre.


Todos los yisraelitas se quejaron contra Mosheh y Aharón; toda la comunidad les gritaba: “¡Si tan siquiera hubiéramos muerto en la tierra de Mitsráyim, o si hubiéramos muerto en este desierto.


El fin de ellos será la perdición; su deidad es su estómago; su gloria se halla en su vergüenza; y piensan solamente en lo terrenal.


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