Lucas 8:7 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

⁷ Otra parte cayó entre los espinos, y los espinos crecieron al mismo tiempo y la ahogaron.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales crecieron junto con ellas y ahogaron los brotes.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ Otra cayó entre espinos, y los espinos crecieron con la semilla y la ahogaron.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ Otra cayó en medio de las espinas, y creciendo juntamente las espinas, la ahogaron.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ Otro poco cayó en medio de las zarzas; y cuando las zarzas crecieron juntamente, lo ahogaron.

Lucas 8:7 Referencias Cruzadas

Génesis 3:18

espinos y abrojos te producirá. Pero tu alimento serán las plantas del campo;

Jeremías 4:3

Porque así ha dicho Yahweh a los hombres de Yahudah y de Yerushalem: “Abran surcos en el terreno baldío, y no siembren entre espinos.

Mateo 13:22

Y el que se sembró en espinos, éste es el que oye el mensaje, pero las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas ahogan el mensaje, y queda sin fruto.

Mateo 13:7

Y otra parte cayó entre los espinos. Los espinos crecieron y la ahogaron.

Marcos 4:7

Otra parte cayó entre los espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto.

Lucas 21:34

“Anden con cuidado, que sus corazones no estén cargados de glotonería, de embriaguez y de las preocupaciones de esta vida, y que aquel día venga sobre ustedes de repente como una trampa;

Lucas 8:14

En cuanto a la parte que cayó entre los espinos, éstos son los que oyeron; pero mientras siguen su camino, quedan ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y no llegan a la madurez.

Lucas 8:6

Otra parte cayó sobre la roca, y cuando creció, se secó, porque no tenía humedad.

Lucas 8:8

Y otra parte cayó en buena tierra, y cuando creció, produjo fruto a ciento por uno”. Al hablar de estas cosas, exclamó: “El que tiene oídos para oír, que oiga”.