Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Lucas 5:8 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

8 Shimón Kefá, al ver eso, cayó de rodillas ante Yahoshúa exclamando: “¡Apártate de mí, Maestro, porque soy un hombre pecador!”

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Cuando Simón Pedro se dio cuenta de lo que había sucedido, cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: —Señor, por favor, aléjate de mí; soy un hombre tan pecador.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Al ver esto, Simón Pedro se arrodilló ante Jesús, diciendo: 'Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Al verlo Simón Pedro, se postró a los pies de Jesús, y dijo: ¡Apártate de mí Señor, que soy hombre pecador!

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Cuando Simón Pedro vio esto se echó a los pies de Jesús, diciéndole: 'Apártate de mí, Señor, que soy hombre pecador'.

Ver Capítulo Copiar




Lucas 5:8
19 Referencias Cruzadas  

Aquel día Dawid tuvo miedo de Yahweh y dijo: “¿Cómo puedo dejar que venga a mí el Arca de Yahweh?”


Ella le dijo a Eliyahu: “¿Qué mal te he hecho yo, hombre de ha'Elohim, que has venido aquí para traer a la memoria mi pecado y causar la muerte de mi hijo?”


Mira, yo soy insignificante; ¿qué te puedo responder? Me pongo la mano sobre la boca.


(16) Le dijeron a Mosheh: “Háblanos tú, que no nos hable Elohim, no sea que muramos”.


Entonces grité: “¡Pobre de mí, estoy perdido! Porque soy un hombre de labios impuros y habito en medio de un pueblo de labios impuros; sin embargo mis propios ojos han visto al Rey Yahweh de los Ejércitos”.


Al oír esto, los discípulos se postraron sobre sus rostros, llenos de temor.


Cuando entraron en la casa, vieron al niño con Miryam su madre, y postrándose le rindieron homenaje. Después abrieron sus tesoros y le ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra.


Respondió el centurión y dijo: “Maestro, yo no soy digno de que entres bajo mi techo. Solamente di la palabra, y mi criado quedará sano.


Hicieron señas a sus compañeros que estaban en el otro barco, para que vinieran a ayudarles. Ellos vinieron y llenaron ambas barcas, de manera que estaban por hundirse.


Por la pesca que habían logrado, el temor se apoderó de Kefá y de todos los que estaban con él,


Luego, cuando Miryam llegó al lugar donde estaba Yahoshúa y lo vio, se postró a sus pies diciéndole: “Maestro, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”.


Así que ahora vemos sólo el reflejo empañado de un espejo, pero entonces veremos directamente. Ahora mi conocimiento es parcial, pero entonces conoceré plenamente, como también me conocerán a mí.


Cuando lo vi, caí como muerto a sus pies. Y puso sobre mí su mano derecha y me dijo: “No temas; yo soy el primero y el último,


Y Manóaj le dijo a su esposa: “Seguramente moriremos, porque hemos visto a un ser divino”.


Y los hombres de Bet Shémesh preguntaron: “¿Quién puede estar al servicio de Yahweh, ese ha'Elohim santo? ¿Y a quién levantará él por nosotros?”


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos