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Lucas 5:13 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

13 Entonces extendió la mano y lo tocó diciendo: “Quiero. ¡Queda limpio!” Y al instante la lepra desapareció de él.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

13 Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Jesús extendió la mano y lo tocó: —Sí quiero —dijo—. ¡Queda sano! Al instante, la lepra desapareció.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: 'Lo quiero, queda limpio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Y extendiendo la mano, lo tocó diciendo: ¡Quiero, sé limpio! Y al instante la lepra salió de él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Él extendió la mano y lo tocó, diciéndole: 'Quiero; queda limpio'. E inmediatamente la lepra desapareció de él.

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Lucas 5:13
15 Referencias Cruzadas  

Elohim dijo: “Que haya luz”; y hubo luz.


Elohim dijo: “Que el agua que hay debajo del cielo se junte en una sola área, para que aparezca la tierra seca”. Y así fue.


Elishá le envió un mensajero que le dijo: “Vé, lávate siete veces en el Yardén, y tu carne se te restaurará, y quedarás limpio”.


Así que él bajó y se sumergió siete veces en el Yardén, como había indicado el hombre de ha'Elohim: y su carne se volvió como la carne de un niño pequeño, y quedó limpio.


Porque él habló, y todo se hizo; él mandó, y apareció.


Y cuando yo los haya librado de todas sus impurezas, llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no los someteré más al hambre.


[5] Yo sanaré su aflicción, generosamente los volveré a recibir en amor; porque mi ira se ha apartado de ellos.


Yahoshúa extendió la mano y lo tocó diciendo: “Quiero. Queda limpio”. Y al instante quedó limpio de la lepra.


Él se inclinó hacia ella y reprendió a la fiebre, y la fiebre se le quitó; y en seguida ella se levantó y comenzó a servirles.


Una vez, estando Yahoshúa en una de las ciudades, sucedió que había un hombre lleno de lepra. Él vio a Yahoshúa, y postrándose sobre su rostro, le rogó: “Maestro, si quieres, puedes limpiarme”.


Yahoshúa le mandó que no se lo dijera a nadie; más bien, le dijo: “Ve y muéstrate al sacerdote y da por tu purificación la ofrenda que mandó Mosheh, para testimonio a ellos”.


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