Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Lucas 10:40 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

40 Pero Marta estaba preocupada con muchos quehaceres, y acercándose dijo: “Maestro, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado servir sola? Dile, pues, que me ayude”.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

40 pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena. Entonces se acercó a Jesús y le dijo: —Maestro, ¿no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo? Dile que venga a ayudarme.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

40 Mientras tanto Marta estaba absorbida por los muchos quehaceres de la casa. En cierto momento Marta se acercó a Jesús y le dijo: 'Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para atender? Dile que me ayude.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

40 Pero Marta estaba atareada° con respecto a mucho servicio; y parándose, dijo: Señor: ¿No te importa que mi hermana me dejó sola para servir? Dile pues que me ayude.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

40 Marta, entre tanto, andaba atareada con los muchos quehaceres. Por fin, se paró y dijo: 'Señor, ¿es que no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trajín de la casa? Dile que venga a echarme una mano'.

Ver Capítulo Copiar




Lucas 10:40
12 Referencias Cruzadas  

Al atardecer, sus discípulos se acercaron a él y le dijeron: “El lugar es desierto, y la hora ya avanzada. Despide a la gente para que vayan a las aldeas y se compren algo de comer.


Kefá lo tomó aparte y comenzó a reprenderlo diciendo: “Maestro, ten compasión de ti mismo. ¡Jamás te suceda eso!”


Cuando sus parientes lo supieron, fueron para echarle mano, porque decían que había perdido el juicio.


Prosiguiendo ellos su camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.


Pero el Maestro le respondió: “Marta, Marta, te afanas y te preocupas por muchas cosas.


“Así que ustedes no estén pendientes de qué van a comer o qué van a beber, ni se desesperen.


Él se dio vuelta y los reprendió,


Estaba entonces enfermo un hombre llamado Elazar, de Bet-Hiní (Betania), la aldea de Miryam y de su hermana Marta.


Yahoshúa quería mucho a Marta, a su hermana y a Elazar.


Y le hicieron allí una cena. Marta servía, y Elazar era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.


Trabajen, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, que el Hijo del Hombre les dará; porque en éste, el Padre Elohim ha puesto su sello”.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios