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Juan 9:22 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

22 Sus padres dijeron esto porque tenían miedo de los [dirigentes] yahuditas, porque ya los [dirigentes] yahuditas habían acordado que si alguno confesaba que Yahoshúa era el Mashíaj, lo expulsarían de la sinagoga.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

22 Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Los padres dijeron eso por miedo a los líderes judíos, quienes habían anunciado que cualquiera que dijera que Jesús era el Mesías sería expulsado de la sinagoga.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Los padres contestaron así por miedo a los judíos, pues éstos habían decidido expulsar de sus comunidades a los que reconocieran a Jesús como el Mesías.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Esto dijeron sus padres porque temían a los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno lo confesaba° como Mesías, fuera expulsado de la sinagoga.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos; pues éstos habían acordado ya que quien lo reconociera como Cristo fuera expulsado de la sinagoga.

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Juan 9:22
24 Referencias Cruzadas  

Los temores de un hombre vienen a ser una trampa para él, pero el que confía en Yahweh será salvaguardado.


Yo, yo soy el que los consuela. ¿Qué te aflige para que temas al hombre que tiene que morir, mortales que comparan con el pasto?


“Oiganme, ustedes que se ocupan de la justicia, pueblo en cuyo corazón está mi Torah. No teman el insulto de los hombres, ni se atemoricen ante sus burlas.


“¿Por quién temes y tiemblas, para que digas mentiras? Pero no te acordaste de mí, no hiciste caso. Es porque he guardado silencio y he disimulado por tanto tiempo que no me temes.


“Felices ustedes cuando la gente los aborrezca, cuando los excluyan y los insulten, y desprecien su nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.


Este es el testimonio de Yojanán: Cuando las autoridades yahuditas le enviaron de Yerushaláyim unos sacerdotes y lewitas para preguntarle: “¿Quién eres tú?”


Los expulsarán de las sinagogas, y hasta viene un tiempo cuando cualquiera que los mate pensará que le presta un servicio a Elohim.


Después de esto, Yosef de Ramatáyim, que era discípulo de Yahoshúa, aunque en secreto por miedo a los yahuditas, le pidió a Pilato que le permitiera retirar el cuerpo de Yahoshúa. Pilato se lo permitió. Así que él fue y se llevó su cuerpo.


Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde se reunían los discípulos por miedo a los yahuditas, Yahoshúa entró, se puso en medio de ellos y les dijo: “¡Paz a ustedes!”


Sin embargo, nadie hablaba abiertamente de él, por miedo a los [dirigentes] yahuditas.


Pero los [dirigentes] yahuditas no creían que él había sido ciego y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,


Pero cómo ve ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos. Él tiene edad; pregúntenle, y él hablará por su cuenta”.


Ellos le contestaron: “Tú naciste sumido en pecado, ¿y quieres enseñarnos a nosotros?” Y lo expulsaron.


Yahoshúa oyó decir que lo habían echado fuera; y cuando se encontró con él le preguntó: “¿Tú crees en el Hijo del Hombre?”


Entonces los llamaron y les ordenaron que de ningún modo hablaran ni enseñaran en el nombre de Yahoshúa.


De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos, sin embargo el pueblo los elogiaba.


Ellos estuvieron de acuerdo con él; de modo que, después de llamar a los Enviados y de azotarlos, les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Yahoshúa, y los soltaron.


Pero, para los cobardes e incrédulos, para los abominables y homicidas, para los fornicarios y hechiceros, para los idólatras y todos los mentirosos, su herencia será el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.


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