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Juan 8:6 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

6 Esto lo decían para probarlo, para tener de qué acusarlo. Pero Yahoshúa se inclinó hacia el suelo y se puso a escribir en la tierra con el dedo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Intentaban tenderle una trampa para que dijera algo que pudieran usar en su contra, pero Jesús se inclinó y escribió con el dedo en el polvo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Le hacían esta pregunta para ponerlo en dificultades y tener algo de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y se puso a escribir en el suelo con el dedo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Decían esto para tenderle un lazo, con el fin de tener de qué acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía en el suelo con el dedo.

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Juan 8:6
27 Referencias Cruzadas  

Yahudah es un cachorro de león. De la caza, hijo mío, has vivido. Él acecha, se agazapa como un león, como el rey de las bestias –¿quién se atreve a despertarlo?


Para el director de música, para Yedutún. Alabanza de Dawid. Yo había dicho: “Cuidaré mi conducta para no pecar con la lengua, me taparé la boca con una mordaza mientras haya un malvado en mi presencia.


Un transeúnte que se enreda en la pelea de otro es como uno que agarra un perro por las orejas.


tiempo de romper y tiempo de coser; tiempo de callar y tiempo de hablar;


Oh Yahweh, la Esperanza de Yisrael, todos los que te abandonan quedarán avergonzados, los que se apartan de ti serán hombres condenados; porque han abandonado a Yahweh, la Fuente de aguas vivas.


En aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre, y se pusieron a escribir al frente del candelabro, sobre el yeso de la pared del palacio real. Y el rey veía la mano que escribía.


Ellos odian al árbitro en la corte, y detestan al que tiene causa justa.


Ciertamente, en un tiempo así el prudente guarda silencio, porque es un tiempo malo.


que todos los que han visto mi Presencia y las señales que he realizado en Mitsráyim, y que me han probado estas diez veces y me han desobedecido,


“Miren, yo los envío como a ovejas en medio de lobos. Así que sean astutos como serpientes y sencillos como palomas.


Pero él no le respondía palabra. Entonces se acercaron sus discípulos y le rogaron diciendo: “Despídela, pues va gritando tras nosotros”.


Se acercaron los fariseos y los saduceos, y para probarlo le pidieron que les mostrara una señal del Cielo.


Entonces los fariseos se le acercaron para probarlo, diciendo: “¿Se le permite a un hombre divorciarse de su esposa por cualquier motivo?”


Pero Yahoshúa, como se dio cuenta de la malicia de ellos, les dijo: “¿Por qué me ponen a prueba, hipócritas?


Uno de ellos, maestro de la Torah, le preguntó para probarlo:


Pero Yahoshúa callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: “¡Te pongo bajo juramento por el Elohim vivo, para que nos digas si tú eres el Mashíaj, el Hijo de Elohim!”


Entonces se le acercaron unos fariseos para probarlo, y le preguntaron si le era lícito al hombre divorciarse de su esposa.


Entonces él, como entendió la hipocresía de ellos, les dijo: “¿Por qué me prueban? Tráiganme un denario para verlo”.


Algunos lo estaban observando a ver si lo iba a sanar en Shabat, para acusarlo.


Allí salieron los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole una señal del Cielo, para probarlo.


En eso cierto maestro de la Torah se levantó para probarlo, diciendo: “Rabí, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna?”


Otros, para probarlo, le pedían una señal del Cielo.


Luego, al amanecer, se presentó otra vez en el Templo y todo el pueblo acudió a él; entonces se sentó y se puso a enseñarles.


Ni tentemos a Yahweh, como algunos de ellos lo tentaron y perecieron por las serpientes.


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