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Juan 7:37 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

37 En el último día, el día grande de la Fiesta, Yahoshúa se puso de pie y alzó la voz diciendo: “Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

37 El último día del festival, el más importante, Jesús se puso de pie y gritó a la multitud: «¡Todo el que tenga sed puede venir a mí!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

37 El último día de la fiesta, que era el más solemne, Jesús, puesto en pie, exclamó con voz potente: 'El que tenga sed, que venga a mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

37 En el último día, el más grande de la fiesta,° Jesús se puso en pie, y alzando la voz, dijo: ¡Si alguno tiene sed, venga a mí y beba!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

37 El último día de la fiesta, que era el más solemne, Jesús, puesto de pie, exclamó con voz fuerte: 'Quien tenga sed venga a mí y beba.

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Juan 7:37
50 Referencias Cruzadas  

Él leía cada día del rollo de la Torah de ha'Elohim, desde el primero hasta el último día. Durante siete días celebraron la festividad, y al octavo día hubo una asamblea solemne, según lo establecido.


Extiendo mis manos hacia ti, suspirando por ti como tierra sedienta.


Mi vida tiene sed de Elohim, del Elohim vivo; oh, ¿cuándo volveré a presentarme ante Elohim?


Alabanza de Dawid, cuando estaba en el desierto de Yahudah. Oh Elohim, tú eres mi Elohim, de madrugada te busco; mi garganta tiene sed de ti, mi carne suspira por ti, como tierra seca, sedienta, sin agua.


La sabiduría clama en las calles, levanta su voz en las plazas.


Es la sabiduría que llama, el entendimiento que levanta su voz.


Al los que me aman los amo, y los que me buscan me encuentran.


cerca de las puertas a la entrada de la ciudad; en los portones, clama:


Ha enviado a sus criadas a anunciar en las alturas del poblado:


Él He venido a mi huerto, oh hermana y novia mía. He recogido mi mirra y mi perfume. He comido mi panal y mi miel; he bebido mi vino y mi leche. Coro ¡Coman, amigos! ¡Beban, amados! ¡Beban en abundancia!


Con gozo sacarán ustedes agua de los manantiales del triunfo,


Háblenle tiernamente a Yerushalem y declárenle que su condena ha terminado, que su iniquidad está expiada, porque de la mano de Yahweh ya ha recibido el doble por todos sus pecados”.


Una voz dice: “¡Proclámalo!” Otra pregunta: “¿Qué voy a proclamar?” “Que todo mortal es hierba, toda su bondad es como la flor del campo:


así como yo derramo aguas en suelo sediento, y lluvia en tierra seca, así derramaré mi espíritu sobre tu linaje, mi bendición sobre tus posteridad.


“¡Ey!, todos los sedientos, vengan a las aguas, aún si no tienen dinero, vengan, compren alimento y coman: compren alimento sin dinero, vino y leche sin costo.


Inclinen su oído y vengan a mí; escuchen, y serán revividos. Y yo haré con ustedes una alianza eterna, la lealtad perdurable prometida a Dawid.


“¡Clama a todo pulmón, sin restricción; alza tu voz como shofar! Denúnciale a mi pueblo su transgresión, a la casa de Yaaqov su pecado.


Oh Yahweh, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en tiempo de adversidad, a ti vendrán las naciones desde los extremos de la tierra y dirán: ‘Nuestros padres heredaron engaños, cosas que son inútiles y sin valor’.


“Ve, proclámale a Yerushalem: Así ha dicho Yahweh: “Yo cuento a tu favor la devoción de tu juventud, tu amor de novia –cuando me seguías en el desierto, en una tierra no sembrada.


Todo ser viviente que se desplace por dondequiera que pase el río vivirá. Habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, pues [serán] saneadas. Y todo aquello a donde llegue este río vivirá.


por siete días traerán ofrendas encendidas a Yahweh. En el octavo día observarán una ocasión sagrada y traerán una ofrenda encendida a Yahweh; es una reunión solemne: ustedes no trabajarán en sus ocupaciones.


Mira, el día quince del séptimo mes, cuando ustedes hayan recogido el campo de su tierra, observarán la festividad de Yahweh [por] siete días: un reposo completo en el primer día, y un reposo completo en el octavo día.


entonces tu nombre logrará sabiduría”. ¡Oigan! Yahweh convoca la ciudad: Oye, oh cetro; porque ¿quién puede dirigirla


Yahweh de los Ejércitos los protegerá: [sus] piedras de honda devorarán y conquistarán; ellos beberán, alborotarán como con vino, y se llenarán [de él] como un tazón de agitar, como las esquinas de un altar.


en el octavo día tendrán una reunión solemne; no trabajarán en sus ocupaciones.


“Vengan a mí, todos los que están agobiados y cargados, y yo los haré descansar.


Éste es aquel de quien se dijo por medio del profeta Yeshayah: Voz de uno que clama en el desierto: “Preparen el camino de Yahweh; enderecen sus senderos”.


“Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.


Él dijo: “Yo soy la voz de uno que proclama en el desierto: ‘Enderecen el camino de Yahweh’, como dijo el profeta Yeshayah”.


Yahoshúa le dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.


Yahoshúa le respondió: “Si conocieras el don de Yahweh, y quién es el que te dice: “Dame de beber”, tú le hubieras pedido a él, y él te habría dado agua viva”.


La mujer le dijo: “Maestro, no tienes con qué sacar, y el pozo es hondo. ¿De dónde, entonces, obtienes esa agua viva?


Pero cualquiera que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed, sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.


y sin embargo ustedes no quieren venir a mí para que tengan vida.


Yahoshúa les dijo: “Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás.


Todos los que el Padre me ha dado vendrán a mí; y al que a mí viene, jamás lo echaré fuera.


Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.


Entonces Yahoshúa alzó la voz en el Templo, mientras enseñaba, y dijo: “Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy. Sin embargo yo no he venido por mí mismo sino que me envió el que es verdadero; pero a ese ustedes no lo conocen.


Ustedes no pueden beber la copa del Maestro y la copa de los demonios. No pueden participar de la mesa del Maestro, y de la mesa de los demonios.


Todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era el Mashíaj.


De igual manera, tomó también la copa después de haber cenado, y dijo: “Esta copa es la nueva alianza en mi sangre. Hagan esto todas las veces que la beban en memoria de mí”.


Porque por un solo espíritu nos sumergimos todos en un solo cuerpo, tanto yahuditas como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un solo espíritu.


Y no se embriaguen con vino, pues en esto hay desenfreno. Más bien, llénense del espíritu,


Me dijo también: “¡Está hecho! Yo soy la Álef y la Tau, el principio y el fin. Al que tenga sed, yo le daré gratuitamente de la fuente de agua de vida.


Después me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que fluye del trono de Elohim y del Cordero.


El espíritu y la esposa dicen: “¡Ven!” El que oye diga: “¡Ven!” El que tiene sed, venga. El que quiera, tome del agua de vida gratuitamente.


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