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Juan 5:6 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

6 Cuando Yahoshúa lo vio tendido y supo que hacía tanto tiempo que estaba así, le preguntó: “¿Quieres sanarte?”

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Cuando Jesús lo vio y supo que hacía tanto que padecía la enfermedad, le preguntó: —¿Te gustaría recuperar la salud?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Jesús lo vio tendido, y cuando se enteró del mucho tiempo que estaba allí, le dijo: '¿Quieres sanar?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Cuando Jesús lo vio tendido, y conociendo que llevaba° ya mucho tiempo así,° le dice: ¿Quieres ser sano?°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Al verlo Jesús tendido, y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo así, le pregunta: '¿Quieres curarte?'.

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Juan 5:6
9 Referencias Cruzadas  

cuando mi espíritu desfallece dentro de mí. Tú conoces mi camino; ellos han puesto una trampa en el camino que transito.


“Yo les respondí a los que no preguntaban por mí; estuve accesible para los que no me buscaban; a una nación que no invocaba mi nombre le dije: ‘¡Aquí estoy; aquí estoy!’


Yo vi tus adulterios, tus lujuriosos relinchos, tu infame depravación, tus viles actos sobre las colinas en el campo. ¡Ay de ti, Yerushalem, que no quieres estar limpia! ¿Por cuánto tiempo más será?”


“¿Qué quieres que te haga?” Y él dijo: “Maestro, que yo recobre la vista”.


Y le dijo por tercera vez: “Shimón hijo de Yojanán, ¿me quieres?” Kefá se entristeció de que le preguntara por tercera vez si lo quería; y le dijo: “Maestro, tú conoces todas las cosas. Tú sabes que te quiero”. Yahoshúa le dijo: “Apacienta mis ovejas.


Se encontraba allí cierto hombre que había estado enfermo durante treinta y ocho años.


El enfermo le respondió: “Maestro, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando se agita el agua; y mientras yo me muevo, otro baja antes que yo”.


No existe criatura que escape a su mirada; todo está desnudo y expuesto ante los ojos de Aquel a quien tenemos que dar cuenta.


Porque no tenemos un sumo sacerdote que sea incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, pues él fue tentado en todo igual que nosotros, pero sin pecado.


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