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Juan 16:32 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

32 Miren, viene el tiempo, y ha llegado ya, en que se dispersarán cada cual por su lado y me dejarán solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

32 He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando ustedes serán dispersados, cada uno se irá por su lado y me dejarán solo. Sin embargo, no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Está llegando la hora, y ya ha llegado, en que se dispersarán cada uno por su lado y me dejarán solo. Aunque no estoy solo, pues el Padre está conmigo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 He aquí viene una hora, y ha llegado, en que seáis esparcidos cada uno por su lado y me dejéis solo; aunque no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Mirad: llega la hora -o mejor: ya ha llegado- en que seréis dispersados cada uno por su lado y me dejaréis solo; aunque no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Juan 16:32
22 Referencias Cruzadas  

¡Oh espada! levántate contra mi pastor, el hombre encargado de mi rebaño –dice Yahweh de los Ejércitos. Golpea al pastor y que se dispersen las ovejas; y también volveré mi mano contra todos los pastorcitos.


Entonces Yahoshúa les dijo: “Todos ustedes me fallarán esta noche, porque está escrito: Heriré al Pastor, y se dispersarán las ovejas del rebaño.


Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas”. Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.


Entonces Yahoshúa les dijo: “Todos me fallarán, porque está escrito: Heriré al pastor, y se dispersarán las ovejas.


Entonces todos los suyos lo abandonaron y huyeron.


Y Yahoshúa les respondió: “Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre se glorifique.


Los expulsarán de las sinagogas, y hasta viene un tiempo cuando cualquiera que los mate pensará que le presta un servicio a Elohim.


Les he hablado de estas cosas en figuras; pero viene la hora cuando ya no les hablaré más en figuras, sino que les manifestaré las cosas del Padre.


Yahoshúa les respondió: “¿Ahora creen?


Después le dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquel momento el discípulo la recibió en su casa.


Entonces los discípulos volvieron a los suyos.


Yahoshúa le dijo: “Créeme, mujer, que viene un tiempo cuando ni en este monte ni en Yerushaláyim adorarán ustedes al Padre.


Pero viene un tiempo, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre busca a los que son así para que lo adoren.


En verdad, en verdad les digo que viene el tiempo, y es ahora, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Elohim, y los que oigan vivirán.


“No se asombren de esto, porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz


Y aún si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el Padre que me envió.


Porque el que me envió, está conmigo. El Padre no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a él”.


Nos despedimos unos de otros y subimos al barco, y ellos volvieron a sus casas.


(1) Shaúl, por su parte, aprobaba la ejecución. En aquel tiempo se desató una gran persecución contra la comunidad que estaba en Yerushaláyim, y todos, menos los Enviados, se dispersaron por las regiones de Yahudah y Shomrón.


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