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Juan 1:38 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

38 Yahoshúa, al voltearse y ver que lo seguían, les preguntó: “¿Qué buscan?” Y ellos le dijeron: “Rabí (que significa maestro), ¿dónde vives?”

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

38 Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

38 Jesús miró a su alrededor y vio que ellos lo seguían. —¿Qué quieren? —les preguntó. Ellos contestaron: —Rabí (que significa “Maestro”), ¿dónde te hospedas?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

38 Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les preguntó: '¿Qué buscan?' Le contestaron: 'Rabbí (que significa Maestro), ¿dónde vives?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

38 Volviéndose entonces Jesús y viéndolos que lo seguían, les dice: ¿Qué buscáis? Ellos entonces le dijeron: Rabbí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

38 Jesús entonces se volvió y, al ver que le seguían, les pregunta: '¿Qué deseáis?'. Ellos le contestaron: ' Rabbí -que quiere decir 'Maestro'-, ¿dónde vives?'.

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Juan 1:38
30 Referencias Cruzadas  

¡Dichosos tus hombres, dichosos estos cortesanos tuyos que continuamente están a tu servicio y pueden escuchar tu sabiduría!


Sólo una cosa le he pedido a Yahweh, y esto es lo que buscaré: vivir en la Casa de Yahweh todos los días de mi vida, para admirar la hermosura de Yahweh, y para frecuentar su Templo.


El que anda en compañía del sabio se hace sabio, pero el que se junta con tontos va a sufrir.


Es un árbol de vida para todos los que le echan mano, y todo el que se aferra a ella es feliz.


Feliz el que me escucha, que viene temprano a mis puertas cada día, que espera tras mi puerta.


Pero tú, oh Yahweh, reinarás para siempre; tu trono es de generación en generación.


Esta tenía una hermana que se llamaba Miryam, la cual se sentó a los pies del Rabí y se puso a escuchar su palabra.


Grandes multitudes iban con él, y él se volvió y les dijo:


“Así que se levantó y fue a su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se llenó de compasión. Corrió y se echó sobre su cuello, y lo besó.


Cuando Yahoshúa llegó a aquel lugar, alzando la vista lo vio y le dijo: “Zakay, date prisa, desciende; porque hoy necesito quedarme en tu casa”.


Entonces el Maestro se volvió y miró a Kefá, y Kefá se acordó de la declaración del Maestro cuando le dijo: “Antes que el gallo cante hoy, me negarás tres veces”.


El hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que lo dejara seguir con él. Pero Yahoshúa le respondió:


Los dos discípulos lo oyeron hablar y siguieron a Yahoshúa.


Él les dijo: “Vengan y verán”. Así que fueron y vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día, porque era como la hora décima.


Netanel le respondió: “Rabí, ¡tú eres el Hijo de Elohim! ¡Tú eres el rey de Yisrael!”


Ellos se acercaron a Felipe, que era de Bet-Tsaidah del Galil, y le rogaban: “Maestro, quisiéramos ver a Yahoshúa”.


Pero Yahoshúa, sabiendo todas las cosas que le iban a suceder, se adelantó y les dijo: “¿A quién buscan?”


Y él les preguntó de nuevo: “¿A quién buscan?” Ellos dijeron: “A Yahoshúa el Natsereno”.


Éste vino a Yahoshúa de noche y le dijo: “Rabí, sabemos que has venido de Elohim como maestro; porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces, a menos que Elohim esté con él”.


Fueron a Yojanán y le dijeron: “Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Yardén, de quien tú has dado testimonio, ¡mira, él está bautizando, y todos van a él!”


Mientras tanto, los discípulos le rogaban diciendo: “Rabí, come”.


Cuando lo hallaron al otro lado del mar, le preguntaron: “Rabí, ¿cuándo llegaste acá?”


Entonces Shimón Kefá bajó adonde estaban los hombres y dijo: “Miren, yo soy el que ustedes buscan, ¿cuál es la razón por la que han venido?”


Por eso también vine sin oponerme, tan pronto me llamaron. Ahora quiero saber por qué razón me han mandado a llamar”.


Pero Rut respondió: “No insistas en que te deje y que me aparte de ti, porque a dondequiera que tú vayas, iré yo; y dondequiera que te alojes, me alojaré yo. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Elohim será mi Elohim.


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