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Josué 2:5 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

5 Y al oscurecer, cuando se iba a cerrar la puerta, los hombres salieron; y no sé a dónde se fueron esos hombres. Avancen, vayan tras ellos, que aún pueden alcanzarlos”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 Y cuando se iba a cerrar la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres se salieron, y no sé a dónde han ido; seguidlos aprisa, y los alcanzaréis.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Salieron de la ciudad al anochecer, cuando las puertas estaban por cerrar. No sé hacia dónde fueron. Si se apresuran, probablemente los alcancen».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 se fueron al caer la noche, cuando se cierra la puerta de la ciudad, y no sé para dónde partieron. Si ustedes salen inmediatamente en su persecución, tal vez los atrapen'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 y al oscurecer, cuando se iba a cerrar la puerta de la ciudad,° los hombres salieron. No sé dónde se hayan ido esos hombres. Seguid rápidamente en pos de ellos que los alcanzaréis.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Cuando al anochecer se iba a cerrar la puerta, esos hombres salieron y no sé adónde han ido; daos prisa en perseguirlos y seguramente los alcanzaréis'.

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Josué 2:5
11 Referencias Cruzadas  

Cuando oscurecía en las puertas de Yerushalem a la llegada del Shabat, di órdenes de que se cerraran las puertas, y ordené que no las abrieran hasta después del Shabat. Puse en las puertas a algunos de mis criados, para que no dejaran meter cargas el día del Shabat.


Tus puertas estarán siempre abiertas –no se cerrarán ni de día ni de noche– para dejar entrar el caudal de las naciones, con sus reyes en procesión.


En esos días y en ese tiempo –declara Yahweh, se buscará la maldad de Yisrael, y no aparecerá; los pecados de Yahudah, y no se hallarán; porque perdonaré a los que haya dejado sobrevivir.


Junto al río, en sus riberas de una y otra parte, crecerá toda clase de árboles comestibles. Sus hojas nunca se secarán, ni sus frutos se acabarán; cada mes darán sus nuevos frutos, porque sus aguas salen del santuario. Sus frutos servirán para comida, y sus hojas para medicina”.


Sin embargo, la mujer había tomado a los hombres y los había escondido. Luego dijo: “Es verdad que los hombres vinieron a mí, pero yo no sabía de dónde eran.


Ella los había llevado a la azotea y los había escondido debajo de unos tallos de lino que había colocado en la azotea.


De modo que los hombres se pusieron a perseguirlos en dirección al Yardén hasta los vados; y tan pronto como salieron los perseguidores, cerraron la puerta tras ellos.


Sus puertas nunca se cerrarán de día, pues allí no habrá noche.


Shaúl envió mensajeros para apresar a Dawid; pero ella les dijo: “El está enfermo”.


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