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Jeremías 8:2 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

2 y los expondrán al sol, a la luna y a todo el ejército del cielo a quienes amaron y sirvieron y siguieron, a quienes se volvieron y se postraron. No los recogerán ni los sepultarán; quedarán como abono sobre la superficie de la tierra.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 y los esparcirán al sol y a la luna y a todo el ejército del cielo, a quienes amaron y a quienes sirvieron, en pos de quienes anduvieron, a quienes preguntaron, y ante quienes se postraron. No serán recogidos ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Esparcirá los huesos sobre la tierra ante el sol, la luna y las estrellas: los dioses que mi pueblo ha amado, servido y rendido culto. Sus huesos no serán recogidos nuevamente ni enterrados, sino que serán esparcidos sobre la tierra como si fueran estiércol.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Los expondrán al sol, a la luna y a todo el ejército del cielo, a quienes amaron y sirvieron, a quienes siguieron, consultaron y adoraron. No serán recogidos para ser enterrados de nuevo, sino que quedarán como abono por el suelo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 y los esparcirán ante el sol, ante la luna y ante todo el ejército de los cielos, a quienes aman y rinden culto, a quienes siguen y consultan, y ante quienes se postran. No serán recogidos ni sepultados; quedarán como estiércol sobre la faz de la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 y los dispersarán ante el sol y la luna y ante todo el ejército del cielo, a quienes amaron y sirvieron, tras de los cuales anduvieron, a quienes consultaron y adoraron. No serán recogidos ni enterrados; servirán de estiércol sobre la superficie de la tierra.

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Jeremías 8:2
32 Referencias Cruzadas  

Rechazaron todos los mandamientos de Yahweh su Elohim; se hicieron ídolos fundidos –dos becerros– y un poste sagrado de Asherá, se postraron ante todo el ejército del cielo y adoraron a Báal.


Volvió a edificar los lugares altos que su padre Jizqiyahu había destruido; erigió altares a Báal e hizo una imagen de Asherá, como había hecho Ajav, rey de Yisrael. Se postró ante todo el ejército del cielo y les rindió culto.


Edificó altares a todo el ejército del cielo en los dos atrios de la Casa de Yahweh.


Quitó a los sacerdotes idólatras que los reyes de Yahudah habían puesto para que hicieran ofrendas en los lugares altos de las ciudades de Yahudah y en los alrededores de Yerushalem; también a los que hacían ofrendas a Báal, al sol, a la luna, a las constelaciones del zodíaco –a todo el ejército del cielo.


Temblaron de espanto donde no había motivo de espanto; porque Elohim dispersó los huesos de tus sitiadores. Tú los avergonzaste, porque Yahweh los ha rechazado.


que perecieron en Endor, que quedaron como estiércol para la tierra.


Trata a sus nobles como a Orev y a Zeev; deja a todos sus príncipes como a Zévaj y a Tsalmuná.


Si un hombre engendra cien hijos y vive muchos años, de modo que los días de sus años sean numerosos, pero su alma no se sacia de sus bienes y ni aún recibe sepultura, digo yo que un abortivo es mejor que él.


Y la gente a la que ellos profetizan quedará tendida en las calles de Yerushalem a causa del hambre y de la espada, sin nadie que los sepulte –ni a ellos, ni a sus mujeres, ni a sus hijos, ni a sus hijas. Derramaré sobre ellos [el castigo de] su maldad.


diles: Yahweh dice: Porque sus padres me abandonaron, y siguieron a otros elohim y les sirvieron y los adoraron; me abandonaron y no guardaron mi Torah.


Tendrán muertes dolorosas. No los llorarán ni los sepultarán; serán como estiércol sobre la superficie de la tierra. Serán consumidos por la espada y por el hambre, y sus cadáveres servirán de comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.


Grandes y pequeños por igual morirán en esta tierra, no los sepultarán, no los llorarán, ni se sajarán ni se harán tonsura por ellos.


las casas de Yerushalem y las casas de los reyes de Yahudah serán inmundas, como el lugar del Tófet –todas las casas sobre cuyos terrados se le hicieron ofrendas a todo el ejército del cielo y derramaron libaciones a otros elohim”.


Tendrá un entierro de un asno, arrastrado y echado más allá de las puertas de Yerushalem.


En aquel día los muertos por Yahweh estarán tirados por la tierra, de un extremo al otro. No los llorarán, no los recogerán, ni los sepultarán; se convertirán en estiércol sobre la superficie de la tierra.


Y todo el Valle de los Cadáveres y de las Cenizas, y todos los campos hasta el Arroyo de Qidrón, hasta la esquina de la Puerta de los Caballos, al este, estará consagrado a Yahweh. Nunca más serán arrancados ni destruidos”.


Ciertamente, así ha dicho Yahweh con respecto a Yahoyiaqim, rey de Yahudah: No tendrá a nadie de su linaje que se siente sobre el trono de Dawid; y su propio cadáver quedará expuesto al calor del día y al frío de la noche.


Escuchen, mujeres, la palabra de Yahweh; reciba su oído la palabra de Su boca, y enséñenles lamentos a sus hijas, y unas a otras cantos fúnebres.


Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestras fortalezas, para eliminar a los niños de las calles, a los jóvenes de las plazas.


“Háblales así –dice Yahweh: Los cadáveres de los hombres yacerán como estiércol sobre los campos, como manojos que caen detrás del segador, sin que nadie los recoja”.


Te arrojaré al desierto, a ti y a todos los peces de tus canales. Caerás sobre la superficie del campo; no te recogerán ni te sepultadarán. Te he dado por comida a los animales de la tierra y a las aves del cielo.


Sobre la superficie del campo caerás, porque yo he hablado, dice Adonay Yahweh’.


Pondré los cadáveres de los hijos de Yisrael delante de sus ídolos, y esparciré sus huesos alrededor de sus altares.


Entonces me llevó al atrio interior de la Casa de Yahweh, y allí, en la entrada del Templo de Yahweh, entre el pórtico y el altar, había unos veinticinco hombres con sus espaldas vueltas hacia el Templo de Yahweh y sus caras hacia el oriente, postrándose ante el sol, hacia el oriente.


Traeré angustia sobre la gente, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Yahweh; derramarán su sangre como polvo, y su grasa como estiércol.


y a los que se postran en las azoteas ante los ejércitos del cielo; y a los que se postran y juran por Yahweh pero también juran por Malkam;


Entonces Elohim les volvió la espalda y los abandonó para que sirvieran al ejército del cielo, como está escrito en el libro de los profetas: ‘¿Acaso me ofrecieron víctimas y sacrificios por cuarenta años en el desierto, casa de Yisrael?


volviéndose a la adoración de otras deidades y postrándose ante ellas, ante el sol o la luna o ante cualquiera de la hueste celestial, algo que yo nunca mandé–


Y cuando mires arriba al cielo, y observes el sol, la luna y las estrellas, toda la hueste celeste, no debes ser atraído a inclinarte ante ellos ni a servirles. Estos, Yahweh tu Elohim los ha repartido a otros pueblos en todas partes bajo el cielo;


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