Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Jeremías 3:3 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

3 Y cuando se detuvieron los aguaceros, y no vinieron las lluvias tardías, tú tuviste el descaro de una mujer de la calle, no quisiste avergonzarte.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente de ramera, y no quisiste tener vergüenza.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Por eso incluso han faltado las lluvias de primavera. Pues eres una prostituta descarada y totalmente desvergonzada.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Por eso, los aguaceros cesaron y no hubo más lluvia para ti en la primavera, pero tu rostro de mujer perdida ni siquiera ha enrojecido.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Los aguaceros eran retenidos, Las lluvias tardías° no venían, Y tú, ramera descarada, Te negabas a avergonzarte.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Por eso quedaron bloqueados los chubascos y no hubo lluvia en primavera. Pero tú tienes cara de ramera, no quieres avergonzarte.

Ver Capítulo Copiar




Jeremías 3:3
28 Referencias Cruzadas  

Al día siguiente, la mayor le dijo a la menor: “Mira, me acosté con Papá anoche; hagámoslo beber vino otra vez esta noche, para que vayas y te acuestes con él, para que preservemos la vida mediante nuestro padre”.


Se negaron a Obedecer, se olvidaron de tus maravillas que habías hecho entre ellos, se hicieron obstinados y en su desafío resolvieron regresar a su esclavitud. Pero tú que eres un Elohim perdonador, clemente y compasivo, tardo para la ira y grande en misericordia, no los abandonaste.


El malvado tiene cara dura; el recto discierne su proceder.


Y la convertiré en una desolación; no la podarán ni la cultivarán, y le crecerán espinos y cardos; y ordenaré a las nubes que no derramen lluvia sobre ella”.


La palabra de Yahweh que le llegó a Yirmeyahu concerniente a las sequías:


¿Puede alguna de las falsas deidades de las naciones hacer llover? ¿Pueden los cielos dar lluvia por sí solos? ¡Sólo tú puedes, oh Yahweh, nuestro Elohim! Así que esperamos en ti, porque sólo tú hiciste todas estas cosas.


Sus nobles enviaron a sus sirvientes por agua; fueron a las cisternas y no hallaron agua. Regresaron con los cántaros vacíos. Están avergonzados y humillados, se cubren la cabeza.


A causa del suelo hay desánimo, pues no ha habido lluvia en la tierra. Los labradores están avergonzados, se cubren la cabeza.


“Consigue un rollo de pergamino y escribe en él todas las palabras que te he hablado –acerca de Yisrael, de Yahudah y de todas las naciones– desde la primera vez que te hablé en los días de Yoshiyahu, hasta el día de hoy.


No se han dicho a sí mismos: ‘Respetemos a Yahweh nuestro Elohim, que da la lluvia, la lluvia temprana y la tardía en su tiempo, que guarda para nuestro beneficio las semanas establecidas para la cosecha’.


Sus iniquidades son las que han desviado estas cosas, sus pecados los que les han privado de la abundancia.


Oh Yahweh, tus ojos buscan la integridad. Tú los azotaste, pero no sintieron dolor; los consumiste, pero no quisieron recibir disciplina. Se pusieron más cariduros que la piedra, rehusaron volver.


Han actuado vergonzosamente; han hecho cosas aborrecibles –sin embargo no sienten vergüenza, ni se puede hacer que se sonrojen. Ciertamente, caerán entre los que caigan; en el tiempo en que yo los castigue, tropezarán” –ha dicho Yahweh.


Han actuado vergonzosamente; han hecho cosas aborrecibles –sin embargo no les da vergüenza, no se les puede hacer sonrojarse. Ciertamente, caerán entre los que caigan, en el tiempo de su castigo tropezarán –ha dicho Yahweh.


¿Qué hombre es tan sabio que entienda esto? ¿A quién le ha hablado la boca de Yahweh, de manera que pueda explicar por qué está en ruinas la tierra, devastada como un desierto, sin nadie que pase por ella?


Pero la Casa de Yisrael no querrá escucharte, porque ellos no me quieren escuchar a mí; pues todos los de la Casa de Yisrael son testarudos y tienen el corazón empecinado.


y quebraré su orgullosa gloria. Haré como hierro su cielo y como cobre su tierra,


Por eso retuve de ustedes la lluvia tres meses antes de la cosecha: hacía llover en un poblado y no en el otro; Sobre un campo llovía mientras que otro en el que no llovía se secaba.


Así dos o tres poblados iban a otro poblado a beber agua, pero no les apagaba la sed. Sin embargo ustedes no volvieron a mí –declara Yahweh.


Reúnanse, júntense, oh nación sin vergüenza,


Pero Yahweh en medio de ella es justo, no hace injusticia; emite juicio cada mañana, tan infalible como la luz. ¡El malhechor no conoce la vergüenza!


y he convocado un fiero calor sobre la tierra – sobre las colinas, sobre el grano nuevo y el vino y el aceite, sobre todo lo que produce el suelo, sobre hombre y bestia, y sobre todo fruto del trabajo.


El cielo sobre tu cabeza será de cobre y la tierra bajo tus pies, de hierro.


Miren que no rechacen al que habla. Porque si no escaparon aquéllos que en la tierra rechazaron al que advertía, mucho menos escaparemos nosotros si nos apartamos del que advierte desde el cielo.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos