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Jeremías 26:9 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

9 ¿Cómo te atreves a profetizar en nombre de Yahweh que esta Casa vendrá a ser como Shiloh, y esta ciudad quedará desolada, sin habitante?” Y todo el pueblo se reunió contra Yirmeyahu en la Casa de Yahweh.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 ¿Por qué has profetizado en nombre de Jehová, diciendo: Esta casa será como Silo, y esta ciudad será asolada hasta no quedar morador? Y todo el pueblo se juntó contra Jeremías en la casa de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 ¿Qué derecho tienes de profetizar en el nombre del Señor que este templo será destruido como lo fue Silo? ¿Qué quieres decir cuando afirmas que Jerusalén será destruida y dejada sin habitantes?». Así que todo el pueblo lo amenazaba mientras él estaba frente al templo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 por lo que has dicho en nombre de Yavé, que a este templo le pasará lo que a Silo y esta ciudad será arrasada y quedará sin habitantes. Y se juntó todo el pueblo en torno a Jeremías en la Casa de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¿Por qué has profetizado en nombre de YHVH, diciendo: Esta Casa será como Silo, y esta ciudad quedará desolada, sin ningún habitante? Y todo el pueblo se juntó contra Jeremías en la Casa de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 ¿Por qué profetizas en nombre de Yahveh, diciendo: 'Este templo quedará como Siló, y esta ciudad será arrasada sin que quede un habitante?''. Y todo el pueblo se amotinó contra Jeremías en el templo de Yahveh.

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Jeremías 26:9
28 Referencias Cruzadas  

Cuando él le habló estas cosas, [Amatsyahu] le respondió: “¿Te hemos nombrado a ti como consejero del rey? ¡Cállate, o te van a matar!” El profeta concluyó diciendo: “Veo que Elohim ha decidido destruirte, porque actúas de esa manera y desprecias mi consejo”.


los que hacen perder al hombre su caso, porque le ponen trampas al árbitro en la puerta, y con argumentos falsos hacen quedar mal al que tiene la razón.


Porque Tsidqiyahu, el rey de Yahudah, lo había apresado, diciéndole: “¿Cómo te atreves a profetizar diciendo que así ha dicho Yahweh: ‘Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Bavel, y él la capturará;


Así ha dicho Yahweh: “En este lugar, que ustedes dicen que está arruinado, sin hombres y sin animales –en las ciudades de Yahudah y en las calles de Yerushalem que están desoladas, sin hombres, sin habitantes y sin animales–


Y dirás concerniente a Yahoyiaqim, rey de Yahudah: Así ha dicho Yahweh: Tú quemaste aquel rollo diciendo: ‘¿Cómo te atreviste escribir en él que el rey de Bavel vendrá y destruirá esta tierra y hará desaparecer de ella a los hombres y los animales?’


Yo convertiré a Yerushalem en escombros, en guarida de chacales; y convertiré los poblados de Yahudah en una desolación sin habitantes”.


Mem Fue por los pecados de sus profetas, por las maldades de sus sacerdotes, que derramaron en medio de ella la sangre de los justos.


Ellos odian al árbitro en la corte, y detestan al que tiene causa justa.


“¡Dejen de predicar!” predican ellos. “Esa no es manera de predicar; la vergüenza no [nos] alcanzará.


Cuando llegó al Templo comenzó a enseñar. Enseguida se le acercaron los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo, y le dijeron: “¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Quién te dio esta autoridad?”


Entonces los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a las multitudes para que pidieran a Bar-Aba y que le dieran muerte a Yahoshúa.


Pero los principales sacerdotes incitaron a la multitud para que les soltara más bien a Bar-Aba.


Estas palabras las habló Yahoshúa mientras enseñaba en el Templo en el lugar de las ofrendas; pero nadie lo detuvo, porque todavía no le había llegado la hora.


Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Yahoshúa se ocultó y salió del Templo.


Pero los yahuditas instigaron a unas mujeres piadosas y distinguidas y a los principales de la ciudad, y provocaron una persecución contra Shaúl y Bar- Naba, y los echaron de sus territorios.


Así que toda la ciudad se agitó, y se formó un tumulto del pueblo. Se apoderaron de Shaúl y lo arrastraron fuera del Templo, y de inmediato cerraron las puertas.


Lo escucharon hasta esta declaración. Pero entonces empezaron a gritar: “¡Quita de la tierra a ese hombre, porque no conviene que viva!”


Mientras el hombre seguía aferrado a Shimón y a Yojanán, todo el pueblo, asombrado, fue corriendo hacia ellos en el pórtico llamado de Shelomoh.


Por mano de los Enviados se realizaron muchas señales y maravillas entre el pueblo; y se reunían de común acuerdo en el Pórtico de Shelomoh.


“¿No les ordenamos estrictamente que no enseñaran en ese nombre? ¡Y miren cómo han llenado a Yerushaláyim de su enseñanza, y quieren hacernos responsables de la sangre de ese hombre!”


pues nosotros lo hemos oído decir que Yahoshúa el Natsereno va a destruir este lugar y a cambiar las instituciones que nos legó Mosheh”.


Toda la comunidad del pueblo yisraelita se congregó en Shiloh, y armaron allí la Carpa de Reunión. La tierra estaba ya bajo su control;


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