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Ester 3:9 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

9 Si le parece bien a Su Majestad, póngase por escrito un edicto para que se los destruya, y yo les pagaré a los administradores diez mil talentos de plata para que los depositen en la tesorería real”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Si place al rey, decrete que sean destruidos; y yo pesaré diez mil talentos de plata a los que manejan la hacienda, para que sean traídos a los tesoros del rey.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Si al rey le agrada, emita un decreto para destruirlos, y yo donaré diez mil bolsas grandes de plata a los administradores del imperio para que los depositen en la tesorería del reino».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Si el rey lo estima conveniente, demos la orden de exterminarlos y yo daré a los funcionarios diez mil talentos de plata para que los depositen en el tesoro real».

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Si parece bien al rey, decrétese su destrucción, y yo pesaré diez mil talentos de plata en manos de quienes manejan la hacienda° para que los ingresen en los tesoros del rey.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Si parece bien al rey, que se dicte un decreto para exterminarlos; y yo entregaré diez mil talentos de plata en manos de los funcionarios de la hacienda para ponerlos en el erario del rey'.

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Ester 3:9
7 Referencias Cruzadas  

Avraham aceptó los términos de Efrón; le pagó a Efrón el dinero que había mencionado a oídos de los jititas –cuatrocientos shékels de plata a precio de mercado.


Entonces el rey se quitó de la mano el anillo de firmar y se lo dio a Hamán hijo de Hamedata, el agaguita, enemigo de los yahuditas.


Luego Hamán le dijo al rey Ajashwerosh: “Hay un pueblo disperso y diseminado entre los demás pueblos en todas las provincias de tu reino, cuyas leyes son diferentes de las de cualquier otro pueblo y que no obedecen las leyes del rey; y a Su Majestad no le conviene tolerarlos.


y Mordekhay le contó todo lo que le había sucedido, y lo del dinero que Hamán había ofrecido pagar para la tesorería real por la destrucción de los yahuditas.


Porque hemos sido vendidos, mi pueblo y yo, para ser destruidos, masacrados, y exterminados. Si hubiéramos sido vendidos para ser esclavos y esclavas, yo habría callado; pues el adversario no es digno de que se moleste el rey”.


Por esto, en ese mismo tiempo algunos de los kasditas se acercaron y denunciaron a los yahuditas.


Y cuando comenzó a ajustar cuentas, le trajeron a uno que le debía varios millones.


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