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Daniel 9:3 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

3 Entonces volví mi rostro a Yahweh Ha'Elohim, buscándolo en oración y ruego, con ayuno, luto y ceniza.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Así que dirigí mis ruegos al Señor Dios, en oración y ayuno. También me puse ropa de tela áspera y arrojé cenizas sobre mi cabeza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Volví mi mirada hacia el Señor Dios para invocarlo en la oración y suplicarle por medio del ayuno, la penitencia y la ceniza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Entonces volví mi rostro hacia Adonay Ha-’Elohim, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Volví mi rostro al Señor para dirigirle oraciones y súplicas, en ayuno, saco y ceniza.

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Daniel 9:3
30 Referencias Cruzadas  

Dawid le rogó a ha'Elohim por el niño; Dawid ayunó, y entró y pasó la noche acostado en el suelo.


Luego Ezrá se levantó de su lugar frente a la Casa de ha'Elohim y entró en la cámara de Yojanán hijo de Elyashib; allí estuvo sin comer pan ni beber agua, porque estaba de duelo por la transgresión de los que habían regresado del exilio.


Yo proclamé un ayuno allí junto al río Ahawá para humillarnos delante de nuestro Elohim y pedirle un buen viaje para nosotros, para nuestros niños y para todas nuestras posesiones;


A la hora de la ofrenda de la tarde terminé mi aflicción; todavía con mi vestidura y mi manto desgarrados, me postré de rodillas, extendí mis manos a Yahweh mi Elohim,


El día veinticuatro del mismo mes se reunieron los yisraelitas en ayuno, vestidos de luto, y con polvo sobre ellos.


“Ve, reúne a todos los yahuditas que viven en Shushán, y ayunen por mí; no coman ni beban en tres días, ni de noche ni de día. Yo también ayunaré con mis doncellas. Después iré donde el rey, aunque sea contrario a la ley; y si perezco, que perezca”


Por eso, me retracto y me arrepiento, no siendo más que polvo y ceniza.


Yo, en cambio, cuando enfermaban, me vestía de luto, me afligía con ayunos- ¡que reciba yo lo que les deseaba!


Adonay Yahweh de los Ejércitos convocó en aquel día al llanto y al lamento, a raparse la cabeza y a vestirse de luto.


Clama a mí, y yo te responderé; y te revelaré cosas grandes, secretos que tú no conoces.


Así ha dicho Adonay Yahweh: “Aún me ha de buscar la casa de Yisrael para que les haga esto: Multiplicaré los hombres como los rebaños.


Cuando Daniyel supo que el documento estaba firmado, entró en su casa, y con las ventanas de su habitación abiertas hacia Yerushalem se hincaba de rodillas tres veces al día. Y oraba y daba gracias a su Elahá, como lo solía hacer antes.


en el primer año de su reinado, yo, Daniyel, entendí por los libros que, según la palabra de Yahweh dada al profeta Yirmeyahu, el número de los años que habría de durar la desolación de Yerushalem sería setenta años.


Aún estaba yo hablando y orando –confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Yisrael, presentando mi ruego delante de Yahweh mi Elohim por el santo monte de mi Elohim–;


Oré a Yahweh mi Elohim e hice confesión diciendo: “¡Por favor, Yahweh, HaÊl grande y temible, que guarda la Alianza y la misericordia para con los que le aman y guardan sus mandamientos:


Cíñanse y laméntense, sacerdotes, giman, ministros del altar; vengan, pasen la noche enlutados, ministros de mi Elohim. Porque la ofrenda y la libación han sido retenidas de la Casa de Yahweh.


“Sin embargo, ahora” –dice Yahweh– “vuelvan a mí con todo su corazón, y con ayuno, llanto y lamento”.


La gente de Nineweh le creyó a Elohim. Proclamaron un ayuno, y grandes y pequeños por igual se vistieron de luto.


[Pero este género no sale sino con oración y ayuno”].*


y había permanecido como viuda hasta los ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo con ayunos y oraciones de noche y de día.


Cornelio entonces dijo: “Hace cuatro días estaba yo rogando en mi casa a esta misma hora, a las doce del día, cuando de repente se me presentó un hombre con ropas resplandecientes,


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