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Daniel 8:2 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

2 Cuando tuve esta visión, yo estaba en Shushán, que es la capital del reino, en la provincia de Elam. Tuve esta visión, estando junto al río Ulay.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 En esta visión me encontraba en la fortaleza de Susa, en la provincia de Elam, de pie junto al río Ulai.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Durante esa visión vi la ciudadela de Suza, en la provincia de Elam; en esa visión me encontraba a orillas del río Ulay, y miraba desde allí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Contemplaba en la visión que me encontraba en la ciudadela de Susa, en la provincia de Elam, y en la visión yo estaba junto al río Ulai.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Estaba yo mirando durante la visión, y me pareció hallarme en Susa, la fortaleza, situada en la provincia de Elam. Advertí en la visión que me encontraba a orillas del Ulay.

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Daniel 8:2
24 Referencias Cruzadas  

Los descendientes de Shem: Elam, Ashur, Arpakhshad, Lud, y Aram.


Un día, cuando el rey Amrafel de Shinar, el rey Aryokh de Elasar, el rey Kedorlaómer de Elam y el rey Tidal de Goyim


La narración de Nejemyah hijo de Jacalyah: En el mes de kislew del año veinte, cuando estaba yo en la ciudadela de Shushán,


En aquellos días, cuando el rey Ajashwerosh ocupaba el trono real en la ciudadela de Shushán,


Cuando se proclamó la orden y el edicto del rey, y cuando se reunieron muchas jóvenes en la ciudadela de Shushán bajo la supervisión de Hegay, a Ester también la llevaron al palacio del rey, bajo la supervisión de Hegay, guardián de las mujeres.


Los corredores salieron apresurados en la misión real, y el decreto se promulgó en la ciudadela de Shushán. El rey y Hamán se sentaron a festejar, pero la ciudad de Shushán estaba consternada.


Y Ester respondió: “¡El enemigo y adversario es ese malvado Hamán!” Entonces Hamán se llenó de terror en la presencia del rey y de la reina.


Mordekhay salió de la presencia del rey con una vestidura real azul y blanca, con una esplendo-rosa corona de oro y un manto de lino fino y lana púrpura. Y la ciudad de Shushán resonaba con clamores gozosos.


Cuando se le informó al rey ese mismo día el número de los muertos en la ciudadela de Shushán,


y los yahuditas que estaban en Shushán se congregaron otra vez el día catorce del mes de adar, y mataron en Shushán a trescientos hombres. Pero no echaron mano a sus despojos.


En ese día, Yahweh volverá a poner su mano para redimir la otra parte de su pueblo desde Ashur – como también desde Mitsráyim, Patros, Kush, Elam, Shinar, Hamat y las costas del mar.


Dura profecía se me ha anunciado: “El traidor está traicionando, y el destructor destruyendo. ¡Avanza, oh Elam! ¡Asedia, oh Media! Le he puesto fin a todo su gemido.


a todos los reyes de Zimrí, a todos los reyes de Elam y a todos los reyes de Media;


En el año treinta, el quinto día del mes cuarto, cuando estaba yo en la comunidad de exiliados junto al río Kevar, se abrieron los cielos, y vi visiones de Elohim.


Allí está Elam, con toda su multitud alrededor de su sepulcro. Todos ellos cayeron muertos a espada y han descendido incircuncisos a las partes más bajas de la tierra, porque impusieron su terror en la tierra de los vivos. Cargan con su bochorno, junto con los que descienden al Hoyo.


En el día veinticuatro del mes primero, estaba yo a la orilla del gran río Jidéqel.


En cuanto a mí, Daniyel, mi espíritu se turbó dentro de mí y las visiones de mi mente me alarmaron.


Daniyel habló y dijo: “Estaba mirando en mi visión de noche, y vi que los cuatro vientos del cielo agitaban el gran mar.


[En hebreo:] En el tercer año del reinado del rey Belshatsar, yo, Daniyel, tuve una visión después de aquella que había tenido anteriormente.


Alcé mis ojos y miré, y vi que había delante del río un carnero, que tenía dos cuernos; pero aunque eran altos y uno de ellos más alto que el otro, el más alto se levantó después.


y él les dijo: “Tengan la bondad de escuchar mis palabras: Cuando se levanta entre ustedes un profeta de Yahweh, yo me le doy a conocer en una visión, le hablo en un sueño.


Yahweh les habló en otro tiempo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los profetas;


Y de esta manera, vi en la visión los caballos y a los que cabalgaban en ellos, que tenían corazas color de fuego, de jacinto y de azufre. Las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de sus bocas salía fuego, humo y azufre.


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