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Daniel 3:12 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

12 Hay, pues, unos yahuditas, a quienes tú has designado sobre la administración de la provincia de Bavel (Shadrakh, Meshakh y Abed- Nego); estos hombres, oh rey, no te han hecho caso. Ellos no rinden culto a tus deidades ni le dan homenaje a la estatua de oro que tú has levantado”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 Hay unos varones judíos, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Pues hay algunos judíos —Sadrac, Mesac y Abed-nego— a los que usted puso a cargo de la provincia de Babilonia que no le prestan atención, su majestad. Se niegan a servir a los dioses de su majestad y no rinden culto a la estatua de oro que usted ha levantado».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Pues bien, hay unos judíos, Sidrac, Misac y Abdénago, a quienes pusiste al frente de la administración de la provincia de Babilonia, que no han hecho caso de la orden del rey. No sirven a tus dioses ni adoran la estatua de oro que levantaste'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Pero hay ciertos varones judíos, a quienes encomendaste la administración de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos hombres, oh rey, no te guardan ninguna consideración, ni adoran a tus dioses, ni han adorado la estatua de oro que hiciste erigir.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Pues bien, hay algunos judíos, a quienes pusiste al frente de la administración de la provincia de Babilonia, concretamente Sidrac, Misac y Abdénago, que no han tenido en cuenta tu decreto, ¡oh rey!, no veneran a tu dios y no adoran la estatua de oro que has erigido'.

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Daniel 3:12
15 Referencias Cruzadas  

Luego Hamán le dijo al rey Ajashwerosh: “Hay un pueblo disperso y diseminado entre los demás pueblos en todas las provincias de tu reino, cuyas leyes son diferentes de las de cualquier otro pueblo y que no obedecen las leyes del rey; y a Su Majestad no le conviene tolerarlos.


Hay crueldad en la furia, hay desbordamiento en la ira, pero ¿quién puede soportar los celos?


De la misma manera, he visto que todo trabajo y toda buena obra son resultado de la rivalidad del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.


A éstos, el jefe de los eunucos les puso nombres: A Daniyel lo llamó Belteshatsar; a Jananyah, Shadrakh; a Mishael, Meshakh; y a Azaryah, Abed-Nego.


Entonces el rey engrandeció a Daniyel y le dio muchos y grandes regalos. Le dio dominio sobre toda la provincia de Bavel y lo hizo intendente principal de todos los sabios de Bavel.


Por solicitud de Daniyel, el rey designó a Shadrakh, a Meshakh y a Abed-Nego sobre la administración de la provincia de Bavel. Y Daniyel permaneció en la corte del rey.


y que al que no se postre y le rinda homenaje lo echen dentro de un horno de fuego ardiente.


Shadrakh, Meshakh y Abed-Nego respondieron y le dijeron al rey: “Oh Nevukhadnetsar, no necesitamos responderte sobre esto.


Inmediatamente, de mi parte se da la orden de que en todo pueblo, nación o lengua, al que hable mal contra el Elahá de Shadrakh, de Meshakh y de Abed-Nego, lo descuarticen, y conviertan su casa en ruinas. Porque no hay otro Elahá que pueda librar así como él”.


Entonces el rey hizo prosperar a Shadrakh, a Meshakh y a Abed-Nego en la provincia de Bavel.


Entonces respondieron y dijeron delante del rey: “Ese Daniyel, uno de los cautivos de Yahudah, no ha hecho caso de ti, oh rey, ni del edicto que has firmado. Más bien, tres veces al día hace su oración”.


Al oír el rey de este asunto, sintió un gran disgusto por ello y se propuso salvar a Daniyel. Hasta la puesta del sol se esforzó por librarlo.


y Iasón los ha recibido! Todos éstos actúan en contra de los decretos del César, diciendo que hay otro rey, Yahoshúa”.


“¿No les ordenamos estrictamente que no enseñaran en ese nombre? ¡Y miren cómo han llenado a Yerushaláyim de su enseñanza, y quieren hacernos responsables de la sangre de ese hombre!”


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