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Daniel 1:4 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

4 a jóvenes en quienes no hubiese ningún defecto, bien parecidos, instruidos en toda sabiduría, dotados de conocimiento, poseedores del saber y capacitados para servir en el palacio del rey; y que les enseñara la escritura y la lengua de los kasditas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 «Selecciona solo a jóvenes sanos, fuertes y bien parecidos —le dijo—. Asegúrate de que sean instruidos en todas las ramas del saber, que estén dotados de conocimiento y de buen juicio y que sean aptos para servir en el palacio real. Enseña a estos jóvenes el idioma y la literatura de Babilonia».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Esos jóvenes no debían tener defecto alguno, debían tener una buena presencia, poseer un buen juicio, ser instruidos y bien educados, en una palabra, ser capaces de mantener su rango en el palacio del rey y de aprender allí la escritura y la lengua de los Caldeos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 jóvenes perfectamente sanos, de buen parecer, bien formados en sabiduría, cultos e inteligentes, y aptos para servir en el palacio real, y ordenó que se les enseñara la lengua y literatura de los caldeos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 jóvenes, sin defecto alguno, de buen parecer, instruidos en toda sabiduría, cultos e inteligentes y capacitados para la vida en la corte, a fin de enseñarles la lengua y literatura de los caldeos.

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Daniel 1:4
23 Referencias Cruzadas  

Yosef tenía treinta años de edad cuando entró al servicio del Paroh rey de Mitsráyim–. Saliendo de la presencia del Paroh, Yosef viajó a través de toda la tierra de Mitsráyim.


Ningún hombre en todo Yisrael era tan admirado por su belleza como Avshalom; desde la planta de su pie hasta su coronilla no había defecto en él.


Mira a un hombre diestro en su trabajo —él le servirá a los reyes; no le servirá a hombres obscuros.


La sabiduría ayudará al sabio más que diez gobernantes que haya en la ciudad.


Elyaqim, Shevná y Yóaj le respondieron al Rav-shaqeh: “Por favor, habla a tus siervos en aramita, que nosotros lo entendemos; no nos hables en yahudita a oídos del pueblo que está sobre la muralla”.


Miren, yo traigo sobre ustedes, oh Casa de Yisrael, una nación distante, –declara Yahweh; es una nación duradera, una nación antigua, una nación cuyo idioma ignoras –no entenderás lo que diga.


Los kasditas respondieron delante del rey: “No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey, porque ningún rey grande y poderoso ha pedido cosa semejante a ningún sabio ni encantador ni casdeo.


El rey mandó llamar a los sabios, a los encantadores, a los hechiceros y a los kasditas para que le declararan sus sueños. Vinieron y se presentaron delante del rey.


Por esto, en ese mismo tiempo algunos de los kasditas se acercaron y denunciaron a los yahuditas.


[4:4] Entonces vinieron los sabios, los encantadores, los kasditas y los adivinos, y yo conté el sueño delante de ellos, pero no me dieron a conocer su interpretación.


En tu reino hay un hombre en quien mora el espíritu del Elahín santo. En los días de tu antecesor se halló en él luz, entendimiento y sabiduría, como la sabiduría de las mismas deidades. A él, tu antecesor, el rey Nevukhadnetsar, constituyó como jefe de los sabios, los encantadores, los kasditas y los adivinos;


El rey gritó con gran voz que trajeran a los encantadores, a los kasditas y a los adivinos. El rey habló a los sabios de Bavel y dijo: “A cualquier hombre que lea esta escritura y me declare su interpretación se le vestirá de púrpura, tendrá un collar de oro en su cuello y gobernará como el tercero en el reino.


En el primer año de Daryáwesh hijo de Ajashwerosh, del linaje de los madaítas, el cual llegó a ser rey sobre el reino de los kasditas.


[8] El primero le dijo: “Corre donde ese joven y dile: Yerushalem será poblada como ciudad sin murallas, así será la multitud de hombres y ganado que contendrá.


En ese tiempo nació Mosheh, y era sumamente hermoso. Lo criaron durante tres meses en la casa de su padre,


De esa manera Mosheh se instruyó en toda la sabiduría de los mitsritas, y llegó a ser poderoso en palabra y en acción.


para presentársela a sí mismo como una comunidad gloriosa que no tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que sea santa y sin falta.


Entonces les preguntó a Zébaj y Zalmuná: “Aquellos hombres que ustedes mataron en Tavor, ¿cómo eran?” Ellos contestaron: “Eran como tú, parecían hijos de un rey”.


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