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Cantares 2:9 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

9 Mi amado es como un venado o un cervatillo. ¡Miren! Está detrás de nuestra cerca, mirando por las ventanas, atisbando por las celosías.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Mi amado es semejante al corzo, O al cervatillo. Helo aquí, está tras nuestra pared, Mirando por las ventanas, Atisbando por las celosías.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Mi amante es como una gacela veloz o un venado joven. ¡Miren! Allí está, detrás del muro, asomándose por la ventana, mirando dentro de la habitación.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 brincando por los cerros, mi amado, como una gacela o un cabrito. Ahora se detiene detrás de nuestra cerca, y se pone a mirar por las ventanas, a espiar por las rejas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Mi amado es como la gacela o el cervatillo. ¡Mirad! Está tras nuestro muro, Mirando por las ventanas, Atisbando por las celosías.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Mi amado se parece a la gacela o a un cervatillo. Allá está parado detrás de la cerca, observando por ventanas, atisbando a través de celosías.

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Cantares 2:9
23 Referencias Cruzadas  

Estaban allí los tres hijos de Tseruyah Yoav, Avishay y Asahel. Asahel era ligero de pies como una gacela en el campo.


–gacela amorosa, graciosa cabrita montés. Que sus pechos te satisfagan en todo tiempo; sigue siempre enamorado de ella.


Escápate como un venado de las manos [del cazador], como un ave de las manos de un trampero.


Desde la ventana de mi casa, a través de mi persiana, miré hacia afuera


Ella ¡Qué bello y dulce eres tú, oh amado mío! Nuestra cama es mullida.


hasta que raye el alba, y huyan las sombras. ¡Vuelve, oh amado mío! Sé semejante al venado o al cervatillo sobre los montes de las fragancias.


Él ¡Júrenme, oh hijas de Yerushalem, por las ciervas y por las gacelas del campo, que no despertarán ni provocarán el amor, hasta que quiera!


Él ¡Júrenme, oh hijas de Yerushalem, por las ciervas y por las gacelas del campo, que no despertarán ni provocarán el amor, hasta que quiera!


Ella ¡Apúrate, amado mío! Como un venado o un cervatillo sobre los montes de las fragancias.


Entonces ellos contaron las cosas que les habían sucedido en el camino, y cómo él se había dado a conocer a ellos al partir el pan.


Estas cosas dijo Yeshayah porque vio su gloria y habló acerca de él.


“Ustedes escudriñan las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen vida eterna; pues ellas son las que dan testimonio de mí,


Porque si ustedes le creyeran a Mosheh, me creerían a mí; pues él escribió de mí.


Así que ahora vemos sólo el reflejo empañado de un espejo, pero entonces veremos directamente. Ahora mi conocimiento es parcial, pero entonces conoceré plenamente, como también me conocerán a mí.


Estas cosas son sólo una representación de los bienes que vendrán, pero la realidad pertenece al Mashíaj.


Porque, siendo que la Torah tiene sólo una sombra de los bienes venideros y no la imagen misma de estas realidades, nunca puede, por medio de los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente de año en año, perfeccionar a los que se acercan.


Yo me postré ante sus pies para adorarlo, pero él me dijo: “¡Mira, no lo hagas! Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que tienen el testimonio de Yahoshúa. Adora a Yahweh. Pues el testimonio de Yahoshúa es el espíritu de la profecía”.


Por la ventana asechaba la madre de Siserá, tras las celosías sollozaba: “¿Por qué tarda tanto en venir su carro? ¿Por qué se dilata el ruido de sus ruedas?”


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