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Cantares 2:3 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

3 Ella Como un manzano entre los árboles del bosque es mi amado entre los jóvenes. Me agrada sentarme bajo su sombra; su fruto es dulce a mi paladar.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Como el manzano entre los árboles silvestres, Así es mi amado entre los jóvenes; Bajo la sombra del deseado me senté, Y su fruto fue dulce a mi paladar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Como el manzano más selecto del huerto es mi amante entre los jóvenes. Me siento bajo su sombra placentera y saboreo sus deliciosos frutos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Como manzano entre los arbustos, así es mi amado entre los jóvenes. Estoy sentada a su sombra deseada y su fruto me es dulce al paladar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Ella Como el manzano entre los árboles del bosque, Así es mi amado entre los jóvenes. A su sombra he deseado sentarme, Y comer sus dulces frutos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Como manzano entre los árboles silvestres, así mi amado entre los jóvenes. A su sombra he deseado sentarme, y comer de sus sabrosos frutos.

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Cantares 2:3
34 Referencias Cruzadas  

Eres el más hermoso de los hombres, la gracia fluye de tus labios, porque Elohim te bendice para siempre.


Cíñete la espada en el muslo, oh valiente; ella es tu gala y tu esplendor;


Para el director de música. Con la tonada de “No destruyas”. Canto didáctico de Dawid, cuando huía de Shaúl en la cueva. Apiádate de mí, oh Elohim, apiádate de mí, que en ti se refugia mi vida, y a la sombra de tus alas me amparo hasta que pase el peligro.


Pues ¿quién en el cielo puede igualar a Yahweh? ¿Quién podrá compararse a Yahweh entre los hijos de Elohim?


El que habita al abrigo de Elyón y mora a la sombra de Shaday,


Ella ¡Qué bello y dulce eres tú, oh amado mío! Nuestra cama es mullida.


¡Oh, agasájenme con pasas, refrésquenme con manzanas, porque estoy enferma de amor!


Tus plantas son un huerto de granados con exquisito fruto. Hay alheñas y nardos;


Ella ¡Levántate, viento norteño ¡Ven, viento sureño. Soplen en mi jardín, y que se desprendan sus aromas. Que venga mi amado a su huerto y coma de su exquisito fruto.


Su paladar es dulcísimo; ¡todo él es deseable! Así es mi amado y así es mi amigo, oh hijas de Yerushalem.


Las mandrágoras ya despiden su fragancia, y a nuestras puertas hay toda clase de frutas selectas, tanto frescas como secas, que he guardado para ti, oh amado mío.


Shelomoh tuvo una viña en Báal-Jamón, la cual entregó al cuidado de guardias: Cada uno de ellos debía traer mil piezas de plata por su fruto.


¡Pero mi viña está delante de mí! Las mil piezas sean para ti, oh Shelomoh, y doscientas para los que guardan su fruto.


Coro ¿Quién es ésta que sube del desierto, recostada sobre su amado? Él Debajo de un manzano te desperté; allí donde tu madre tuvo dolores, allí donde tuvo dolores la que te dio a luz.


Porque tú has sido un refugio para el pobre, un amparo para el necesitado en su aflicción – protección en la tormenta y sombra en el calor; cuando la furia de los tiranos era como una tormenta de invierno,


Cada uno de ellos será como un refugio contra el viento y como un amparo contra la tempestad; como corrientes de aguas en un sequedal, como la sombra de un gran peñasco en una tierra sedienta.


En aquel día, el retoño de Yahweh dará hermosura y gloria, y el esplendor del país [dará] dignidad y majestad a los sobrevivientes de Yisrael.


que servirá de pabellón para dar sombra ante el calor abrasador, y para refugio y protección del aguacero tempestuoso.


Junto al río, en sus riberas de una y otra parte, crecerá toda clase de árboles comestibles. Sus hojas nunca se secarán, ni sus frutos se acabarán; cada mes darán sus nuevos frutos, porque sus aguas salen del santuario. Sus frutos servirán para comida, y sus hojas para medicina”.


La viña se ha secado, la higuera se marchita, los granados, las palmeras, y los manzanos –todos los árboles del campo están secos, y se ha secado el gozo entre los hombres.


puesta la mirada en Yahoshúa, el autor y consumador de nuestra fe; quien por el gozo que le esperaba sufrió el madero, sin hacer caso de la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Elohim.


Y la zarza les dijo a los árboles: ‘Si están actuando de buena fe al ungirme como rey sobre ustedes, vengan y refúgiense en mi sombra; pero si no, ¡que salga mi fuego de la zarza y consuma a los cedros del Levanón!’


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