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Apocalipsis 8:12 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

12 El cuartomensajero tocó la trompeta. Y se dañó la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, de manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba el día durante una tercera parte, y también la noche de la misma manera.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Entonces el cuarto ángel tocó su trompeta, y se dañó la tercera parte del sol y la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, y se oscurecieron. Así que la tercera parte del día quedó sin luz, y también la tercera parte de la noche.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Tocó el cuarto ángel su trompeta, y quedó afectada la tercera parte del sol, de la luna y de las estrellas: perdieron un tercio de su claridad, la luz del día disminuyó un tercio, y lo mismo la de la noche.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciera la tercera parte de ellos,° y el día no resplandeciera en su tercera parte, y asimismo la noche.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Tocó el cuarto ángel. Y fue azotada la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, de modo que se oscureció la tercera parte de cada uno de ellos; el día perdió la tercera parte de su brillo, y otro tanto la noche.

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Apocalipsis 8:12
26 Referencias Cruzadas  

Las estrellas y las constelaciones del cielo no irradiarán su luz; el sol se oscurecerá al salir, y la luna no reflejará ninguna luz.


Entonces la luna se avergonzará, y el sol se confundirá. Porque Yahweh de los Ejércitos reinará en el monte Tsiyón y en Yerushalem, y la Presencia se le revelará a sus ancianos.


Miro la tierra, y está sin forma y vacía; miro los cielos, y no hay en ellos luz.


Ante ellos tiembla la tierra, se estremece el cielo, se oscurecen el sol y la luna, y las estrellas retraen su brillo.


[3:4] el sol se volverá tinieblas y la luna sangre.


[4:15] El sol y la luna se oscurecen, y las estrellas retiran su brillo.


Y en ese día –declara Adonay Yahweh– haré que el sol se ponga al medio día, oscureceré la tierra en un día soleado.


“Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su luz. Las estrellas caerán del cielo y los poderes del cielo se conmoverán.


Desde la sexta hora descendió una oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena.


“Entonces en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor.


Cuando llegó la hora sexta, bajó una oscuridad sobre toda la tierra, hasta la hora novena.


“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas. Y en la tierra habrá angustia entre las naciones por la confusión ante el rugido del mar y del oleaje.


El sol se volverá tinieblas, y la luna sangre, antes de que venga el Día de Yahweh, grande e ilustre.


Pues el Elohim de este mundo ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no les ilumine el resplandor de la Buena Noticia gloriosa del Mashíaj, quien es la imagen de Elohim.


Su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. El dragón se puso de pie delante de la mujer que estaba por dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto lo hubiera dado a luz.


El quinto mensajeroderramó su copa sobre el trono de la bestia, y su reino se convirtió en tinieblas. Se mordían las lenguas de dolor


Y miré cuando él abrió el sexto sello, y se produjo un gran terremoto. El sol se puso negro como tela de luto; la luna entera se puso como sangre,


Desataron a los cuatro mensajeros que habían estado preparados para la hora y día y mes y año, para que mataran a la tercera parte de los hombres.


La tercera parte de los hombres fueron muertos por estas tres plagas: por el fuego, el humo y el azufre que salían de la boca de ellos.


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