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Apocalipsis 16:9 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

9 Los hombres se quemaron con el intenso calor y blasfemaron el nombre del Elohim que tiene autoridad sobre estas plagas, pero no se arrepintieron para darle gloria.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Todos sufrieron quemaduras debido a la descarga de calor y maldijeron el nombre de Dios, quien tenía control sobre todas estas plagas. No se arrepintieron de sus pecados ni se volvieron a Dios ni le dieron la gloria.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Los hombres fueron abrasados y empezaron a insultar a Dios, que tiene poder sobre tales plagas, en vez de reconocerle y darle gloria.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y los hombres se abrasaron con el intenso calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene el poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Y quedaron abrasados los hombres con fuego intenso. Blasfemaron entonces del nombre de Dios, que tiene potestad sobre estas plagas, pero no se convirtieron para darle gloria.

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Apocalipsis 16:9
20 Referencias Cruzadas  

Mientras él estaba hablando con ellos, el mensajero bajó hacia él y dijo: “¡Esta calamidad proviene de Yahweh! ¿Qué más puedo esperar de Yahweh?”


En su tiempo de angustia, el rey Ajaz transgredió aún más contra Yahweh,


¿Por qué buscan más castigo, que continúan ofendiendo? Toda cabeza está dolorida, y todo corazón está enfermo.


Y pasará por ella oprimido y hambriento; y cuando tenga hambre se indignará y maldecirá a su rey y a sus elohim. Ya sea que mire hacia arriba


Entonces, después de mucho tiempo, Yahweh me dijo: “Ve enseguida al Perat y toma de allí el cinturón que te mandé que escondieras allá”.


Oh Yahweh, tus ojos buscan la integridad. Tú los azotaste, pero no sintieron dolor; los consumiste, pero no quisieron recibir disciplina. Se pusieron más cariduros que la piedra, rehusaron volver.


En tu inmundicia hay infamia, por cuanto te quise purificar, pero no estás purificada de tu inmundicia. No volverás a ser purificada, hasta que yo haya asentado mi ira sobre ti.


Les digo que no; y ustedes si no se arrepienten, todos perecerán igualmente.


Les digo que no; y ustedes si no se arrepienten, todos perecerán de la misma manera”.


Temo que, cuando vuelva, Elohim me humille entre ustedes y yo tenga que llorar por muchos que antes han pecado y no se han arrepentido de los actos de impureza, inmoralidad sexual y libertinaje que han cometido.


Entonces Yahoshúa le dijo a Akhán: “Hijo mío, rinde honor a Yahweh, el Elohim de Yisrael, y hazle confesión a él. Dime lo que has hecho; no me ocultes nada”.


Y en aquella hora se produjo un gran terremoto, y cayó la décima parte de la ciudad. Murieron por el terremoto 7,000 hombres, y los demás estaban aterrorizados y dieron gloria al Elohim del cielo.


Decía a gran voz: “¡Respeten a Yahweh y denle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio! Adoren al que hizo los cielos y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas”.


Y del cielo cayó sobre los hombres un enorme granizo, como de un talento de peso. Y los hombres blasfemaron a Elohim por la plaga del granizo, porque la plaga era grande en extremo.


Le he dado tiempo para que se arrepienta, y no quiere arrepentirse de su inmoralidad.


Los demás hombres que no fueron muertos con estas plagas ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, para dejar de adorar a los demonios y a las imágenes de oro, y de plata, y de bronce, y de piedra, y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni caminar.


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