Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





2 Samuel 19:8 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

8 Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta; y cuando se les anunció a todas las tropas que el rey estaba sentado a la puerta de la ciudad, todas las tropas se presentaron ante el rey. Mientras tanto, los yisraelitas habían huido a sus casa.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Entonces se levantó el rey y se sentó a la puerta, y fue dado aviso a todo el pueblo, diciendo: He aquí el rey está sentado a la puerta. Y vino todo el pueblo delante del rey; pero Israel había huido, cada uno a su tienda.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Así que el rey salió y tomó su lugar a las puertas de la ciudad y, a medida que se corría la voz por la ciudad de que él estaba allí, todos iban a él. Mientras tanto, los israelitas que habían apoyado a Absalón huyeron a sus casas.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 ¡Arréglate pues, sal y habla a tus servidores! Lo juro por Yavé, si no sales, nadie quedará a tu lado esta noche, y será para ti una desgracia más grande que todas las que te han sobrevenido desde tu juventud hasta hoy'.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Entonces el rey se levantó y se sentó junto a la puerta.° Y avisaron a todo el pueblo, diciendo: He aquí, el rey está sentado junto a la puerta; y todo el pueblo compareció ante el rey; pero Israel había huido, cada uno a sus tiendas.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Ahora, pues, levántate, sal y habla al corazón de tus súbditos; porque juro por Yahveh, que, si no sales, nadie quedará contigo esta noche, y esto será para ti mayor desgracia que todas las que te han sobrevenido desde tu mocedad hasta ahora'.

Ver Capítulo Copiar




2 Samuel 19:8
10 Referencias Cruzadas  

Avshalom se levantaba muy de mañana y se ponía de pie a un lado del camino que conduce a la puerta de la ciudad; y siempre que alguien tenía un caso por el que iba a juicio ante el rey, Avshalom lo llamaba y le preguntaba: “¿De qué poblado eres?” Y cuando él respondía: “Tu servidor es de tal o cual tribu de Yisrael”,


Tomaron después a Avshalom, lo echaron en un gran hoyo en el bosque y levantaron sobre él un gran montón de piedras. Entonces todos los yisraelitas huyeron a sus casas.


Dawid estaba sentado entre las dos puertas. El centinela de la azotea de la puerta caminó hasta la muralla de la ciudad. Miró y vio a un hombre que corría solo.


Y el rey les dijo: “Haré lo que les parezca mejor”. Así que el rey se quedó de pie junto a la puerta mientras todas las tropas salían de cien en cien y de mil en mil.


Aquel día las tropas entraron en la ciudad a escondidas, como suelen entrar avergonzados los que han huido de la batalla.


A la puesta del sol salió una proclama por todo el campamento, diciendo: “¡Cada uno a su ciudad! ¡Cada uno a su distrito!”


Los yahuditas fueron derrotados ante Yisrael y huyeron todos a sus moradas.


Yahoram cruzó a Tsaír con todos sus carros. Se levantó de noche y atacó a los edomitas, que los habían rodeado a él y a los jefes de los carros; pero sus tropas huyeron a sus casas.


Los pelishtinos pelearon; los yisraelitas tuvieron que huir, y escaparon todos a sus casas. La derrota fue muy grande, treinta mil soldados de a pie cayeron allí.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos