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2 Samuel 18:8 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

8 La batalla se extendió por toda la región, y aquel día el bosque devoró más gente que la que había devorado la espada.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Y la batalla se extendió por todo el país; y fueron más los que destruyó el bosque aquel día, que los que destruyó la espada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 La batalla se extendió con furor por todo el campo, y perecieron en el bosque más hombres que los que murieron a espada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 La batalla prosiguió luego por todo el sector y ese día perecieron más hombres en las barrancas del bosque que en el combate.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y la batalla se extendió sobre la faz de toda aquella tierra; y el bosque mató más gente en aquel día que la que devoró la espada.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Se extendió la lucha por toda aquella región, y hubo aquel día mas gente devorada por el bosque que por la espada.

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2 Samuel 18:8
10 Referencias Cruzadas  

Allí cayeron las tropas yisraelitas ante los seguidores de Dawid, y aquel día hubo allí una gran matanza –veinte mil hombres.


Avshalom se encontró con unos servidores de Dawid. Avshalom iba montado sobre un mulo, y el mulo se metió por debajo del espeso ramaje de una gran encina, y a Avshalom se le enredó la cabeza en la encina; quedó colgado entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que estaba debajo de él siguió adelante.


Los sobrevivientes huyeron a la ciudad de Afeq, pero el muro cayó encima de los 27,000 sobrevivientes. También Ben Hadad huyó y se refugió en la ciudad, en un cuarto interior.


Levántate, Yahweh; líbrame, Elohim mío. Tú golpeas en la cara a todos mis enemigos; les rompes los dientes a los malvados.


Vindícame, oh Elohim, defiende mi causa contra un pueblo desleal; rescátame del hombre engañoso y deshonesto.


Tú hiciste soplar tu viento, y el mar los cubrió; se hundieron como plomo en las aguas majestuosas.


Respeta a Yahweh, hijo mío, y al rey, y no te mezcles con disidentes,


porque de pronto sale de ellos el desastre; la condenación que ambos decretan, ¿quién puede predecirla?


Mientras iban huyendo delante de Yisrael bajando la cuesta de Bet Jorón, Yahweh les lanzó grandes piedras del cielo, hasta Azeqah, y perecieron; fueron más los que perecieron por el granizo que los matados por las armas yisraelitas.


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