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2 Samuel 16:21 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

21 Y Ajitófel le contestó a Avshalom: “Únete a las concubinas de tu padre, que él dejó para guardar el palacio. Todo el pueblo de Yisrael oirá que te has hecho odioso a tu padre, y se fortalecerán las manos de todos los que están contigo”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

21 Y Ahitofel dijo a Absalón: Llégate a las concubinas de tu padre, que él dejó para guardar la casa; y todo el pueblo de Israel oirá que te has hecho aborrecible a tu padre, y así se fortalecerán las manos de todos los que están contigo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 —Ve y acuéstate con las concubinas de tu padre —contestó Ahitofel—, porque él las dejó aquí para que cuidaran el palacio. Entonces todo Israel sabrá que has insultado a tu padre más allá de toda esperanza de reconciliación, y el pueblo te dará su apoyo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Ajitofel dijo a Absalón: 'Anda donde las concubinas de tu padre, las que dejó para que cuidaran el palacio. Así sabrá todo Israel que te has vuelto odioso para tu padre, y todos tus partidarios se sentirán más comprometidos contigo'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y Ahitofel dijo a Absalón: Llégate° a las concubinas que tu padre ha puesto para guardar la casa, así todo Israel sabrá que te has hecho aborrecible a tu padre, con lo cual se fortalecerán las manos de todos los tuyos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Respondió Ajitófel a Absalón: 'Llégate a las concubinas de tu padre, las que él dejó al cuidado del palacio, y así sabrá todo Israel que te has hecho aborrecible a tu padre y se fortalecerán las manos de cuantos te siguen'.

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2 Samuel 16:21
22 Referencias Cruzadas  

Yaaqov les dijo a Shimón y a Lewí: “Ustedes me han traído problemas, haciéndome odioso entre los habitantes del país, los kenaanitas y peresitas; mis hombres son pocos en número, de modo que si se unen contra mí y me atacan, mi familia y yo seremos destruidos”.


Mientras Yisrael vivía en aquella tierra, Reubén fue y se acostó con Bilhah, la concubina de su padre; y Yisrael se enteró. Ahora bien, los hijos de Yaaqov fueron doce.


Así que se desvió hacia ella por el camino y le dijo: “Oye, déjame acostarme contigo”; –porque no sabía que era su nuera. Ella le preguntó: “¿Qué vas a pagar por acostarte conmigo?”


Fue entonces, y también más tarde, cuando aparecieron los Nefilim en la tierra, cuando los hijos de ha'Elohim cohabitaron con las hijas de los hombres, quienes les dieron descendencia. Ellos fueron los héroes de antaño, los hombres de renombre.


Los amonitas se dieron cuenta de que habían incurrido en la ira de Dawid; así que los amonitas enviaron agentes y alquilaron aramitas de Bet Rejov y aramitas de Tsovah 20,000 soldados de a pie el rey de Maakhah [con] 1,000 hombres, y 12,000 hombres de Tob.


Así ha dicho Yahweh: Yo haré que se levante contra ti una calamidad en tu propia casa; tomaré tus esposas y se las daré a otro hombre ante tus propios ojos y él se acostará con tus esposas bajo este mismo techo.


Yonadav le dijo: “Acuéstate en tu cama y finge estar enfermo. Cuando tu padre venga a verte, dile: ‘Que venga mi hermana Tamar y me dé algo de comer. Que prepare delante de mí una comida, de modo que yo la vea y ella me la sirva’”.


Así que el rey salió, seguido por toda su familia, excepto diez concubinas que el rey dejó para que cuidaran el palacio.


Entonces Avshalom le dijo a Ajitófel: “Da tu consejo sobre lo que debemos hacer.


Jushay le dijo a Avshalom: “Esta vez el consejo que ha dado Ajitófel no es bueno”.


Ahora, anímense y sean hombres valientes; porque Shaúl su amo ha muerto y la casa de Yahudah me ha ungido ya rey sobre ellos”.


Dawid llegó a su palacio en Yerushalem, y tomó el rey a las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar el palacio, y las recluyó en una casa; él las sustentó, pero nunca más cohabitó con ellas. Quedaron recluidas, viviendo como viudas hasta el día de su muerte.


Éste fue un adversario de Yisrael todos los días de Shelomoh, añadiendo a los problemas [causados] por Hadad; repudió [la autoridad de] Yisrael y reinó sobre Aram.


Él dijo: “Por favor, pídele al rey Shelomoh –porque él no te lo negará– que me dé por esposa a Avishag la shunamita”.


El rey Shelomoh le respondió a su madre: “¿Por qué pides a Avishag la shunamita para Adoniyahu? ¡Pide también el reino para él, porque es mi hermano mayor, y además tiene de su parte al sacerdote Evyatar y a Yoav, hijo de Tseruyah!”


No descubrirás la desnudez de la esposa de tu padre; es la desnudez de tu padre.


Si un hombre se acuesta con la esposa de su padre, es la desnudez de su padre la que ha descubierto; a los dos se les dará muerte –su culpa de sangre está sobre ellos.


Y así como ustedes fueron una maldición entre las naciones, oh Casa de Yahudah y Casa de Yisrael, así, cuando yo los vindique, vendrán a ser una bendición. ¡No teman; tengan valor!


Ciertamente, se comenta que hay entre ustedes fornicación, y una fornicación tal como ni aun entre los gentiles se tolera; tanto, que hay quien tiene la esposa de su padre.


Cuando todo Yisrael oyó que Shaúl había derribado al prefecto pelishtino, y que Yisrael había incurrido en la ira de los pelishtinos, todo el pueblo se congregó con Shaúl en Guilgal.


Akhish confiaba en Dawid. Él pensaba: “Este ha incitado la ira de su propio pueblo Yisrael, y así será mi vasallo para siempre”.


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