Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





2 Samuel 12:4 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

4 Un día, vino un viajero donde el hombre rico, y éste no quiso tomar nada de sus propios rebaños ni de sus manadas para prepararle una cena al huésped que le había llegado; de manera que tomó la corderita de aquel hombre pobre, y la preparó para el hombre que había venido a él”.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 Y vino uno de camino al hombre rico; y este no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar para el caminante que había venido a él, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para aquel que había venido a él.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Cierto día llegó una visita a la casa del hombre rico. Pero en lugar de matar un animal de su propio rebaño o de su propia manada, tomó la ovejita del hombre pobre, la mató y la preparó para su invitado.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Un día el rico recibió a una visita. Como no quería sacrificar ningún animal de su ganado para preparar una cena al que acababa de llegar, robó la oveja del pobre y se la preparó a su visita'.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Pero un viajero fue al hombre rico, y éste no quiso tomar de sus rebaños ni de sus vacadas para guisarlas para el viajero que le había llegado, sino que tomó la corderita de aquel hombre pobre y la guisó para el hombre que había venido a él.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Llegó un viajero a casa del rico, quien, doliéndole tener que tomar de sus ovejas y bueyes para dar de comer al viajero llegado a su casa, echó mano a la ovejita del pobre y la aderezó para el hombre que había llegado a su casa'.

Ver Capítulo Copiar




2 Samuel 12:4
6 Referencias Cruzadas  

pero el pobre no tenía más que una sola corderita que había comprado. Él la había criado y ésta había crecido junto con él y sus hijos; ella comía de su bocado de pan, bebía de su vaso, y dormía en su seno; era como una hija para él.


Dawid se encendió en gran ira contra aquel hombre, y le dijo a Natán: “¡Por vida de Yahweh, que el que hizo semejante cosa merece morir!


Pero a cada uno le viene la tentación cuando su propia pasión lo arrastra y lo seduce.


Alcanzó a ver al caminante en la plaza del poblado, y preguntó el viejo: “¿A dónde vas, y de dónde vienes?”


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos