Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





2 Samuel 12:13 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

13 Dawid le dijo a Natán: “¡Soy culpable delante de Yahweh!” Y Natán le respondió a Dawid: “Yahweh ha perdonado tu pecado; no morirás.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

13 Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Entonces David confesó a Natán: —He pecado contra el Señor. Natán respondió: —Sí, pero el Señor te ha perdonado, y no morirás por este pecado.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

13 David dijo a Natán: '¡Pequé contra Yavé!' Y Natán le respondió: 'Yavé te perdona tu pecado, no morirás.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

13 David dijo a Natán: ¡He pecado contra YHVH! Y Natán dijo a David: También YHVH ha hecho que tu pecado sea remitido: no morirás.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Dijo entonces David a Natán: 'He pecado contra Yahveh'. A lo que replicó Natán: 'Yahveh ha perdonado tu pecado; no morirás.

Ver Capítulo Copiar




2 Samuel 12:13
46 Referencias Cruzadas  

Él no ostenta más autoridad que yo en esta casa, y no me ha negado nada excepto a usted misma, porque es su esposa. ¿Cómo entonces podría yo hacer esa maldad tan grande, y pecar delante de Elohim?”


Pero después Dawid se reprochó por haber contado al pueblo. Y Dawid le dijo a Yahweh: “He pecado gravemente en lo que he hecho. Por favor, Yahweh, quita la culpa de tu servidor, porque he actuado neciamente”.


Cuando Dawid vio al mensajero que hería al pueblo, le dijo a Yahweh: “Yo solo he pecado; yo solo he hecho lo malo; pero estas pobres ovejas, ¿qué han hecho? Que tu mano caiga contra mí y contra mi casa paterna”.


Cuando el rey oyó lo que el hombre de ha'Elohim había proclamado contra el altar de Betel, Yarovam extendió su mano por encima del altar y gritó: “¡Agárrenlo!” Pero se le quedó rígido el brazo que había extendido contra él, de manera que no pudo volver a retraerlo.


Ajav le dijo a Eliyahu: “¿Así que me has encontrado, enemigo mío?” El respondió: “Te he encontrado, porque te has prestado para hacer lo malo ante los ojos de Yahweh.


Y el rey de Yisrael le respondió a Yahoshafat: “Hay otro hombre por medio del cual podríamos consultar a Yahweh; pero yo lo aborrezco, porque nunca me profetiza el bien, sino el mal. Es Mikayhu hijo de Imlá”. Pero Yahoshafat respondió: “No hable así, Su Majestad”.


Entonces le envió un jefe de cincuenta con sus cincuenta hombres. Este subió a donde él, y lo halló sentado en la cumbre de un monte, y le dijo: “Hombre de ha'Elohim, el rey ha ordenado que bajes”.


Dawid le dijo a ha'Elohim: “He pecado gravemente al haber hecho esto; por favor, quita la culpa de tu siervo, porque he actuado neciamente”.


Asá se enojó contra el vidente y lo puso en la cárcel, porque estaba furioso con él por esto. Asá infligió crueldades en algunos del pueblo en aquel tiempo.


Cuando él le habló estas cosas, [Amatsyahu] le respondió: “¿Te hemos nombrado a ti como consejero del rey? ¡Cállate, o te van a matar!” El profeta concluyó diciendo: “Veo que Elohim ha decidido destruirte, porque actúas de esa manera y desprecias mi consejo”.


Éste le dice a la gente: “Yo había pecado; había pervertido lo recto; pero no se me pagó por ello”.


Como dista el Oriente del Occidente, así ha alejado de nosotros nuestros pecados.


Porque tú no quieres sacrificio; si no yo te lo daría; pero no te complaces en ofrendas quemadas.


Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo ante tus ojos; [lo confieso] para que te reconozcan como justo en tu sentencia y exento de culpa en tu juicio.


Mira que tú te deleitas en la sinceridad del corazón, y en mi interior me inculcas sabiduría.


Enseguida el Paroh mandó buscar a Mosheh y Aharón y les dijo: “Yo he pecado esta vez. Yahweh es el justo, y mi pueblo y yo somos perversos.


Como un anillo de oro, un adorno de oro, es la reprensión de un sabio a un oído receptivo.


El que encubre sus faltas no tendrá éxito; el que las confiesa y las abandona hallará misericordia.


Verdaderamente, fue por mi bien que tuve tan grande amargura: tú salvaste mi vida del hoyo de la destrucción, porque has echado tras tus espaldas todas mis ofensas.


No me has comprado caña aromática por dinero, ni me saciaste con el sebo de tus sacrificios. Más bien, tú me abrumaste con tus pecados; me fatigaste con tus iniquidades.


Yo borro como niebla tus pecados, como nube tus transgresiones –vuelve a mí, que yo te redimo”.


Más bien, primero aflige y luego se compadece según su abundante misericordia.


Si un hombre comete adulterio con una mujer casada, cometiendo adulterio con la esposa de otro hombre, al adúltero y a la adúltera se les dará muerte.


Si alguno mata a un ser humano, se le dará muerte.


Este habló y les dijo a sus asistentes: “¡Quítenle la ropa sucia!” Y le dijo: “Mira, he quitado de ti tu culpa, y te vestirán con vestiduras [sacerdotales]”.


Mandó decapitar a Yojanán en la cárcel.


El hijo le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y ante ti, y ya no soy digno de que me consideres hijo tuyo”.


Pero el publicano, de pie a cierta distancia, no quería ni alzar la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘Elohim, ten piedad de mí, que soy pecador’.


Cuando oyeron esto se les afligió el corazón y le preguntaron a Shimón y a los otros Enviados: “Varones hermanos, ¿qué tenemos que hacer?”


De otra manera, le habría sido necesario padecer muchas veces desde la fundación del mundo. Pero ahora, él se ha presentado una vez para siempre al fin de los siglos, para quitar el pecado mediante el sacrificio de sí mismo.


Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Yahoshúa nos limpia de todo pecado.


y de parte de Yahoshúa el Mashíaj, el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libró de nuestros pecados con su sangre,


Shaúl le dijo a Shemuel, “¡Pero yo obedecí a Yahweh! Yo realicé la misión a la que me envió Yahweh: Capturé al rey Agag de Amaleq, y proscribí a Amaleq,


Pero [Shaúl] suplicó: “Hice mal. Por favor, hónrame en presencia de los ancianos de mi pueblo y en presencia de Yisrael, y regresa conmigo hasta que me haya postrado ante Yahweh tu Elohim”.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos