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1 Samuel 4:12 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

12 Un binyaminita corrió del campo de batalla y llegó a Shiloh el mismo día; tenía la ropa rota y tierra en la cabeza.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 Y corriendo de la batalla un hombre de Benjamín, llegó el mismo día a Silo, rotos sus vestidos y tierra sobre su cabeza;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Un hombre de la tribu de Benjamín corrió desde el campo de batalla y, más tarde ese mismo día, llegó a Silo. Había rasgado su ropa y echado polvo sobre su cabeza en señal de dolor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Un hombre de Benjamín se escapó y llegó ese mismo día a Silo, con la ropas hecha tiras y la cabeza cubierta de polvo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y aquel mismo día, cierto hombre de Benjamín corrió desde el campo de batalla hasta Silo, rasgados sus vestidos y echada tierra sobre su cabeza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Un hombre de Benjamín salió corriendo del campo de batalla y llegó aquel mismo día a Siló con los vestidos rasgados y la cabeza cubierta de polvo.

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1 Samuel 4:12
9 Referencias Cruzadas  

Al tercer día, vino un hombre del campamento de Shaúl, con su ropa desgarrada y tierra sobre su cabeza; y al acercarse a Dawid, se tiró al suelo y se postró.


Tamar se echó ceniza sobre la cabeza y desgarró su túnica de diversos colores que llevaba; se puso las manos sobre la cabeza, y se fue gritando.


Cuando Dawid llegó a la cumbre, donde la gente solía postrarse ante Elohim, Jushay el arkita le salió al encuentro, con sus vestiduras desgarradas y con tierra sobre la cabeza.


El día veinticuatro del mismo mes se reunieron los yisraelitas en ayuno, vestidos de luto, y con polvo sobre ellos.


Cuando lo vieron a la distancia, no podían reconocerlo, y rompieron a llorar fuertemente; cada uno desgarró sus ropas y arrojó polvo al aire sobre su cabeza.


entonces haré a esta Casa como hice a Shiloh, y pondré esta ciudad como una maldición para todas las naciones de la tierra”.


en aquel día uno que haya escapado vendrá a ti para traerte la noticia.


Harán oír su voz por ti; gritarán amargamente. Echarán polvo sobre sus cabezas, y se revolcarán en la ceniza.


Ante eso Yahoshúa se rasgó la ropa. Él y los ancianos de Yisrael estuvieron hasta la tarde con sus rostros sobre el suelo frente al Arca de Yahweh; y se echaban tierra sobre la cabeza.


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