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1 Samuel 3:2 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

2 Un día Elí estaba dormido en su lugar acostumbrado; sus ojos habían empezado a fallar y casi no podía ver.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Una noche, Elí, que para entonces estaba casi ciego, ya se había acostado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Ese día estaba Helí acostado en su cama; sus ojos estaban tan débiles que ya no veía.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Por ese tiempo aconteció que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse y no podía ver,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Cierto día Elí estaba ya acostado en su aposento. Sus ojos habían comenzado a debilitarse y no podía ver.

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1 Samuel 3:2
8 Referencias Cruzadas  

Cuando Yitsjaq llegó a viejo, y tenía ya los ojos muy débiles para poder ver, llamó a su hijo mayor Esaw y le dijo: “Hijo mío”. Él respondió: “Aquí estoy”.


Para entonces los ojos de Yisrael estaban nublados por la edad; no podía ver. Así que [Yosef] se los acercó, y él los besó y los abrazó.


Pero su padre objetó, diciendo: “Lo sé, hijo mío, lo sé. Él también llegará a ser un pueblo, y también será grande. Pero su hermano menor será más grande que él, y su linaje será suficientemente numeroso para formar naciones”.


La esposa de Yarovam lo hizo así. Se levantó, fue a Shiloh y llegó a la casa de Ajiyahu. Ajiyahu ya no podía ver, pues su vista se le había oscurecido a causa de su vejez;


El lapso de nuestra vida es de setenta años, y quizás los más robustos lleguen a ochenta; pero todo lo que nos dejan es afán y trabajo, porque pronto pasan y quedamos en tinieblas.


Cuando tiemblen los guardias de la casa y se dobleguen los hombres valerosos; cuando estén inactivas las muelas, por quedar pocas, y se oscurezcan los que miran por las ventanas;


Ahora Elí estaba muy viejo. Cuando oyó todo lo que estaban haciendo sus hijos a todo Yisrael, y cómo se acostaban con las mujeres que realizaban tareas a la entrada de la Carpa de Reunión,


Para entonces Elí contaba con noventa y ocho años de edad; tenía los ojos fijos con una mirada ciega.


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