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1 Samuel 17:44 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

44 y le dijo el pelishtino a Dawid: “Ven acá, que les voy a dar tus carnes a las aves del cielo y a las bestias del campo”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

44 Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

44 —¡Ven aquí, y les daré tu carne a las aves y a los animales salvajes! —gritó Goliat.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

44 y en seguida le dijo: 'Ven para acá para entregarte como comida a los buitres y a las fieras'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

44 Y el filisteo dijo a David: ¡Ven a mí, que daré tu carne a las aves de los cielos y a las bestias del campo!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

44 Y añadió el filisteo a David: 'Acércate, que voy a entregar tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo'.

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1 Samuel 17:44
12 Referencias Cruzadas  

Entonces Ritspá hija de Ayah tomó una manta de luto y la tendió sobre una roca, y se quedó allí desde el principio de la cosecha hasta que empezó a caer sobre los cuerpos la lluvia del cielo; ella no dejó que ningún ave del cielo se posara sobre ellos de día, ni que los animales del campo [se les acercaran] de noche.


Antes de la ruina el corazón de un hombre es orgulloso; la humildad viene antes del honor.


los entregaré a sus enemigos, a los que buscan sus vidas. Sus cadáveres servirán de comida a las aves del cielo y a los animales de la tierra.


Así ha dicho Yahweh: “No se enorgullezca el sabio de su sabiduría, ni se enorgullezca el valiente de su valentía, ni se enorgullezca el rico en sus riquezas.


“Hijo de hombre, dile al príncipe de Tsor que así ha dicho Adonay Yahweh: Por cuanto tu corazón se enalteció, y porque, a pesar de ser un hombre y no Elohim, dijiste: ‘Yo soy una deidad, y estoy sentado en la sede de las deidades, en el corazón de los mares’; porque igualaste tu corazón al corazón de Elohim,


Vi a un mensajero que estaba de pie en el sol, y gritó con gran voz a todas las aves que volaban en medio del cielo, diciendo: “¡Vengan! ¡Congréguense para el gran banquete de Elohim!


Los hombres del puesto les gritaron a Yonatán y a su escudero: “Suban acá, que les vamos a enseñar una lección”. Entonces Yonatán le dijo a su escudero: “Sígueme, que Yahweh los ha entregado en las manos de Yisrael”.


Hoy mismo Yahweh te entregará en mis manos. Te mataré y te cortaré la cabeza; y les daré los cadáveres del campamento pelishtino a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. Toda la tierra sabrá que hay un Elohim en Yisrael.


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