Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





1 Juan 3:2 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

2 Amados, ahora somos hijos de Elohim, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es él.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Queridos amigos, ya somos hijos de Dios, pero él todavía no nos ha mostrado lo que seremos cuando Cristo venga; pero sí sabemos que seremos como él, porque lo veremos tal como él es.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Amados, a pesar de que ya somos hijos de Dios, no se ha manifestado todavía lo que seremos; pero sabemos que cuando él aparezca en su gloria, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado° lo que hemos de ser, pero sabemos que cuando Él sea manifestado, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal como es.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Queridos míos, ahora somos hijos de Dios, aunque todavía no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es.

Ver Capítulo Copiar




1 Juan 3:2
37 Referencias Cruzadas  

esto, después que hayan deshecho mi piel. Pero aún en mi carne he de ver a Elohim,


Me mostrarás el camino de la vida; en tu presencia hay gozo perfecto, a tu lado hay deleite eterno.


Entonces yo, justificado, veré tu rostro; quedaré satisfecho cuando despierte en tu presencia.


Qué grande es la bondad que has reservado para los que te respetan; a la vista de la humanidad se la has mostrado a los que se refugian en ti.


yo les daré, en mi Casa y dentro de mis muros, un monumento y un nombre mejor que el de hijos e hijas. Les daré un nombre eterno que no perecerá.


¿Pero quién podrá soportar el día de su venida, y quién se podrá sostener cuando aparezca? Porque es como el fuego de fundidor y como lejía de lavandero.


“Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Elohim.


Así será en el día cuando se manifieste el Hijo del Hombre.


Porque ya no pueden morir, pues son como los mensajeros, y son también hijos de Elohim, por ser hijos de la resurrección”.


Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio derecho de llegar a ser hijos de Elohim;


y no solamente por la nación, sino también para reunificar a los hijos de Yahweh que estaban esparcidos.


“Padre, quiero que donde yo esté, también estén conmigo aquéllos que me has dado, para que vean mi gloria que me has dado, porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.


El espíritu mismo le da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Elohim.


Yo estimo que los sufrimientos que pasamos al presente no se pueden comparar con la gloria que pronto se va a revelar en nosotros.


Pues la creación aguarda con ardiente anhelo que se manifiesten los hijos de Elohim.


Porque él los conoció de antemano y los predestinó para que reprodujeran la imagen de su Hijo, de modo que él fuera el primogénito entre muchos hermanos.


Así que ahora vemos sólo el reflejo empañado de un espejo, pero entonces veremos directamente. Ahora mi conocimiento es parcial, pero entonces conoceré plenamente, como también me conocerán a mí.


Y así como hemos llevado la imagen del terrenal, llevaremos también la imagen del celestial.


Más bien, como está escrito: “Cosas que ojo no vio ni oído oyó, que ni se han concebido en el pensamiento humano, son las que Elohim ha preparado para los que lo aman”.


Por eso, todos nosotros, mirando* a cara descubierta como en un espejo la gloria de Yahweh, nos vamos transformando, cada vez con mayor gloria, en su misma imagen, mediante el espíritu de Yahweh.


Porque nuestra momentánea y leve tribulación produce para nosotros, cada vez en mayor grado, una medida eterna de gloria.


Así que, todos ustedes son hijos de Elohim por medio de la fe en el Mashíaj Yahoshúa,


Y por cuanto ustedes son hijos, Elohim envió a nuestros corazones el espíritu de su Hijo, que clama: “Abba” (Padre).


Él transformará nuestro cuerpo de humillación para que tenga la misma forma de su cuerpo de gloria, según la operación de su poder, para sujetar también a sí mismo todas las cosas.


Y cuando se manifieste el Mashíaj, nuestra vida, entonces también ustedes se manifestarán con él en gloria.


así también el Mashíaj fue ofrecido una sola vez para quitar los pecados de muchos. La segunda vez, ya sin relación con el pecado, aparecerá para salvación a los que lo esperan.


Mediante ellas se nos han dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas lleguen a ser ustedes participantes de la naturaleza divina, después de haber escapado de la corrupción que hay en el mundo debido a las bajas pasiones.


Ahora, hijitos, permanezcan en él para que, cuando aparezca, tengamos confianza y no nos avergoncemos delante de él, en su venida.


Amados, no les escribo un mandamiento nuevo sino el mandamiento antiguo que tenían desde el principio. El mandamiento antiguo es la palabra que han oído.


Miren qué gran amor nos ha dado el Padre: que se nos llama hijos de Elohim; y lo somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él.


En esto se revelan los hijos de Elohim y los hijos del Acusador: aquel que no practica la justicia no es de Elohim, ni tampoco el que no ama a su hermano.


Amados, si nuestro corazón no nos reprende, tenemos confianza delante de Elohim;


Todo el que cree que Yahoshúa es el Mashíaj ha nacido de Elohim, y todo aquel que ama al que engendró ama también al que ha nacido de él.


Además, yo le daré la estrella de la mañana.


Verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos